Cuando un KPI se convierte en instrumento para mejorar.

KPI para mejorar Berenice Narvaez New Retail ExperienceFacturado, motivación, compromiso, resultados, crecimiento, indicadores….
todos conceptos que hacen parte del vocabulario cotidiano cuando se trabaja en ventas.
Pero cuándo inicia todo este enlace de nociones?
Probablemente   el instante mismo en el que nació el comercio. Para facilitar las cosas partamos de esta frase tan arraigada en el mundo de las ventas: “lo que no se mide no se mejora”.

Si aplicamos este concepto a los KPI, los indicadores no son más que elementos que permiten medir para mejorar….

Pero para mejorar qué?
Los resultados, la profesionalidad, la rentabilidad, la motivación… los aspectos son infinitos, mutantes y se adaptan en función de la estrategia de ventas que se desea implementar.
Sin embargo, es importante evidenciar cual es la razón de ser de los KPI y cual es el impacto que pueden generar en los vendedores.
Para algunos serán nociones abstractas y misteriosas, para otros serán conceptos a los que no darán la importancia debida, para otros serán elementos que generan miedo, en otros colaboradores desencadenarán el espíritu competitivo y para algunos serán fuente de motivación.

Transformar estos parámetros en la base para despertar el compromiso, alimentar las ganas de superar los propios resultados y para incentivar el trabajo de grupo es poner en pie un círculo virtuoso para que la empresa obtenga resultados satisfactorios a corto, medio y largo plazo.
Es así que los indicadores se convierten en un termómetro para alcanzar las metas que la empresa se propone pero también para enriquecer a cada colaborador.
Es un modo evaluar la calidad del trabajo de manera objetiva ya que casi siempre se habla de un número que se puede comparar de manera imparcial con los resultados de cada vendedor y que puede ser monitoreado en el tiempo.
Es una manera para tomar consciencia de nuestras debilidades y de nuestros puntos de fuerza, empujándonos a implementar acciones que nos permitan mejorar, logrando conseguir más ventas.

Cuáles son los motivos que hacen que cada vendedor se involucre y de alguna manera decida voluntariamente “jugar a este juego”?
La recompensa: esta es la gran palabra mágica!
Pero una vez más surge una pregunta: ¿qué es la recompensa?
De primer impulso podemos pensar a una retribución económica, pero si analizamos con mayor detenimiento, nos daremos cuenta que la recompensa es muy subjetiva, porque cada persona, y en este caso cada vendedor querrá como premio una cosa diferente o un conjunto de beneficios que ponderará de manera distinta.
Me explico, a nivel de recompensa podemos pensar a la gratificación económica pero existen también otras ventajas como por ejemplo el reconocimiento público, la valoración del aporte personal, la participación a decisiones estratégicas, la contribución a una causa más amplia como la protección del planeta, la flexibilidad horaria y geográfica…
La recompensa, para una persona competitiva, puede ser ganar un desafío lanzado a todo el grupo de vendedores.
Para otro vendedor puede ser mejorar una característica de su carácter. Por ejemplo: no tener miedo al rechazo por parte de los clientes, poder contactar y generar empatía con los consumidores de manera fluida.
Puede ser adoptar un enfoque comercial diferente: ponerse en el lugar de los clientes, modificar la técnica de venta de servicios y productos.
En otros casos será desarrollar habilidades que satisfagan su necesidad de hacer cosas nuevas, de aplicar la propia creatividad, de romper la monotonía, de alimentar su curiosidad experimentando situaciones diferentes.
El hecho de que el vendedor tenga bien claro el beneficio o la recompensa personal que obtendrá si realiza sus objetivos hará que se sienta más involucrado y comprometido con la empresa, consiguiendo de esta manera que pase de una actitud pasiva a un comportamiento proactivo y propositivo.

Es a este punto que podemos decir que gracias a indicadores fundados, compartidos, explicados logramos desencadenar lo que los directores comerciales esperan y desean: el compromiso de los vendedores, que se sientan responsables y que den la importancia debida a cada cliente.
Obtenida esta actitud por parte de los vendedores, la calidad y el volumen de las ventas serán mejores.

Quién es el responsable de que todos estos procesos se lleven a cabo?…. El “manager”.
Digamos que en este caso específico se trata del gerente comercial como directo responsable de los vendedores.
Como gestor de un equipo, no sólo debe velar por la obtención del resultados a nivel de ventas pero debe optimizar otros aspectos que gracias a estos indicadores se puede conseguir.

Con esta metodología de gestión se abre campo a conceptos como “no pagar más pero pagar mejor”, satisfaciendo algunas motivaciones personales que no son económicas pero que tiene una importancia específica para cada vendedor.
Además, el hecho de enriquecer la actividad profesional incluyendo a los vendedores en otros proyectos aprovechando de su experiencia, ofreciendo visibilidad, permite fidelizar a los mejores colaboradores ya que no siempre la estructura de la empresa puede ofrecer una promoción a nivel jerárquico o económico.

Todas estas consideraciones marcan la diferencia al hablar de la calidad de la venta y de la gestión de los recursos.
En el mundo comercial, la prioridad es facturar pero también controlar los costos, mejorar la productividad, la eficiencia y esto lo obtenemos gracias a los KPI.

Entonces, porqué no utilizarlos y aprovechar esta oportunidad que nos permite mejorar?!

Artículo publicado en EconoMundo nº79 Mayo 2016

El Sales Coaching: un instrumento para incrementar las ventas.

Berenice Narvaez Sales coaching New Retail ExperienceEn el contexto comercial, utilizar herramientas como el coaching para incrementar la motivación y el nivel de compromiso de los vendedores es importante ya que de esta manera, las probabilidades de alcanzar los objetivos son más altas.
Según un estudio publicado por Salesforce, la aplicación del sales coaching se traduce en un incremento promedio del facturado del 17%.
En retail, por ejemplo, los parámetros con mayor impacto en el facturado son: el converting rate, el precio medio por ticket y el número de artículos vendidos por ticket. Los mismos se pueden adaptar a un ambiente B2B y en ambos casos, la combinación ponderada de estos indicadores nos permite mejorar la calidad de la venta.
Gracias al sales coaching se estimula al vendedor para que deje de ser reactivo y pase a ser proactivo, es decir que sepa instaurar un diálogo, manejar objeciones, detectar necesidades y motivaciones del cliente y proponer soluciones adecuadas, consiguiendo así cerrar más ventas.
Sin embargo, para lograr esta transformación es crucial establecer una comunicación entre los vendedores y la persona que los lidera, significa dedicarles tiempo, programar momentos de encuentro, planificar acciones para alcanzar objetivos comunes y construir un vínculo basado en la confianza.
Las metas del sales coaching – más allá de incrementar las ventas – son las de conseguir que cada vendedor se responsabilice y se comprometa con la empresa ya que tiene un impacto a nivel de satisfacción del cliente y de fidelización del mismo.
Numerosos estudios confirman esta relación, es así que happy.co.uk evidencia como el nivel de compromiso influye en el nivel de satisfacción del cliente. Empresas con vendedores comprometidos alcanzan un nivel de satisfacción del cliente equivalente al 70% mientras que en aquellas con empleados que no se sienten involucrados, el nivel de satisfacción llega al 17%.
Según el Customer Experience Impact Report 2011 publicado por RightNow, el 89% de los clientes cambian de proveedor porque no están satisfechos con el servicio al cliente.
La realización de los objetivos y el compromiso con los diferentes actores no se obtienen con un aumento de sueldo o de manera automática, son actitudes que se alcanzan gracias al sales coaching y que en la mayoría de casos no requieren una inversión alta más bien necesita “simplemente” un cambio en la manera de trabajar y de guiar a los colaboradores.

Artículo publicado en Revista Ekos - Marzo 2016.

Cuando la ciencia ayuda a motivar a los vendedores.

Berenice Narvaez New Retail Experience Neurociencia cliente interno

Artículos sobre las aplicaciones de la neurociencia en el mundo del retail son un clásico.
Se habla frecuentemente acerca de cómo usar esta ciencia para estimular y favorecer las ventas y sobretodo se evidencia cómo utilizarla par influenciar las motivaciones de compra del cliente.

Pero ¿cómo se aplican hoy en día estos conocimientos para incentivar y motivar al cliente interno?
¿Cómo usamos esta ciencia para conseguir que los vendedores se sientan felices de venir a trabajar cada día?

Se me ocurren al menos tres ámbitos en los que podemos utilizar la neurociencia para mejorar la experiencia de los colaboradores, motivarlos y obtener resultados a nivel comercial.

El primero, es un ámbito muy práctico y es el de los sentidos.
¿Hemos pensado alguna vez en las sensaciones que pueden generar los uniformes y en las reacciones que se desencadenan en el cerebro de quienes los están usando?
¿Cuáles son los efectos que puede producir el tipo de tela utilizado o la manera en que luce ese traje sobre la persona que lo está usando?
¿Qué diferencias podría generar a nivel de comportamiento y de resultados de un vendedor, el hecho de que él se diga cada día “ahora tengo que vestirme con el uniforme de la empresa”?
¿Qué impacto tendría sobre los vendedores el hecho de poder escoger el color del uniforme? Un color que vaya bien con su personalidad y que al mismo tiempo respete la imagen de la marca.
Poniéndonos en el lugar del vendedor, ¿cómo nos sentiríamos si tuviéramos que vestirnos de verde todos los días y que ese color no nos gustara o que nos sintiéramos “feos” con ese uniforme?….

Materiales, colores y como nos vemos con algo provocan sensaciones que influyen en  nuestro estado de ánimo, en nuestras acciones y de consecuencia en los resultados.
Lo confirman algunos estudios entre los cuales podemos mencionar el de Adam D. Galinsky profesor de la Kellogg School of Management de la universidad de Northwestern (USA).

El segundo ámbito que podemos tomar en cuenta es el de las business community que gracias a la tecnología, favorecen el intercambio de experiencias, facilitan la difusión de conocimientos e intensifican el sentimiento de hacer parte de un grupo.
El reconocimiento público al interior de una business community, que puede ser por ejemplo las felicitaciones a un vendedor por los resultados obtenidos, facilita la producción de seratonina, un neurotransmitidor, que hace que estemos de buen humor y  que nos sintamos bien.
Gracias a las dinámicas que se producen en un grupo, podemos generar sentimientos de reconocimiento, de identidad, de pertenencia que provocan reacciones en el cerebro que son favorables al momento de vender.

El tercer nivel sobre el cual me gustaría reflexionar, es el del coaching y en modo específico el del sales coaching, un instrumento útil para incrementar la motivación de los vendedores y que podemos potenciar si tomamos en cuenta algunos  de los principios identificados por la neurociencia.
De manera concreta, podemos citar la dopamina, un neurotransmitidor, que despierta las ganas de hacer y de alcanzar un objetivo.
Nuestro organismo genera esta substancia cuando nos damos cuenta que haciendo algunas cosas, podemos conseguir una recompensa que para nosotros tiene un gran valor.
El sales coaching permite activar este mecanismo, porque con cada vendedor se establece el objetivo que para él tiene importancia y que puede ser: el incremento de su nivel profesional en el grupo (en la business community), una recompensa económica que le permitirá realizar otro sueño o conseguir el reconocimiento por  la estrategia que planteó para realizar más ventas…. el objetivo en sí depende de cada persona y de lo que busca.

Lo importante es que logremos desencadenar el mecanismo de producción de dopamina para que le vendedor sea proactivo, dinámico y que tenga ganas de hacer…
Y la ventaja de este proceso es que es “contagioso”, si en una business community hay personas motivadas – en este caso vendedores – los otros miembros del grupo van a estar más predispuestos a la acción y a la obtención de sus objetivos.

Los campos de aplicación de la neurociencia en el mundo del retail son muchos y los que hemos mencionado ahora son sólo una pequeña parte.
Lo esencial es comenzar a utilizarla para potenciar los resultados de las acciones que emprendemos!

Publicado en America Retail - Enero 2016

El Sales Coaching: un instrumento para incrementar las ventas.

En estos tiempos se habla mucho de coaching: proceso que permite a una persona alcanzar sus objetivos utilizando sus propios recursos y habilidades gracias al apoyo de un coach.

Si bien es fácil ver como se aplica esta metodología en varios sectores dirigenciales, en el ámbito de las ventas aún no es muy común.

En un contexto comercial, en el cual, el nivel de exigencia y de eficiencia son cada vez más altos, utilizar herramientas como el coaching para incrementar la motivación, el compromiso y el nivel de responsabilidad de los vendedores es importante ya que de esta manera, las probabilidades de que cada individuo alcance sus objetivos serán más altas.

Las metas evidentemente pueden variar en función de la situación inicial del vendedor ya sea respecto a la empresa que respecto a sus compañeros.

Pero para ser más concretos, en el mundo del retail por ejemplo, ¿cuáles podrían ser las metas y los objetivos?

Pues pueden ser muy variados.

Entre los más comunes y los de mayor impacto sobre el facturado son: el converting rate, el precio medio del ticket y el número de artículos vendidos por ticket.

Y ¿las habilidades que un vendedor puede desarrollar gracias al sales coaching?

Existen diferentes áreas de mejora y de crecimiento profesional para estas personas.

Por ejemplo, se puede perfeccionar la manera de:

  • instaurar un diálogo con el cliente,
  • manejar las objeciones,
  • detectar las necesidades y motivaciones del cliente
  • proponer la solución más adecuada para el cliente….

En definitiva se trata de fomentar las capacidades de cada vendedor para que deje de ser reactivo y pase a ser proactivo.

Es decir, conseguir que la persona guíe cada venta con ideas claras, con una metodología y que no se deje llevar por ella, que no sea “víctima” de la venta.

Sin embargo, para lograr esta transformación es crucial crear una relación y establecer una buena comunicación entre los vendedores y la persona que los lidera.

Esto quiere decir que el “jefe” deberá también cambiar la manera de gestionar a su equipo.

Hacer coaching, significa que se dedica tiempo a las personas, que se programan momentos de encuentro, que se planifican las acciones para alcanzar objetivos comunes y que se construye un vínculo basado en la confianza.

Los objetivos del sales coaching – más allá del de incrementar las ventas – son los de conseguir que cada vendedor se responsabilice y se sienta comprometido con la empresa.

Sólo de esta manera, el vendedor dará lo mejor de sí y se conseguirá ofrecer un mejor servicio al cliente generando de esta manera un círculo virtuoso.

En un estudio publicado por happy.co.uk se evidencia como el 70% de los empleados comprometidos ofrecen un buen servicio al cliente mientras que sólo un 17%  de los empleados no comprometidos lo consiguen.

Aprovecho para enfatizar lo importante que es ofrecer un buen servicio al cliente para poder fidelizarlo.

Según el Customer Experience Impact Report 2011 publicado por RightNow, el 89% de los clientes que cambian de proveedor es porque no están satisfechos con el servicio al cliente.

Regresando a nuestro tema principal, integrar el sales coaching en la gestión de un equipo de ventas tiene otras grandes ventajas sobre todo en ambientes comerciales que cambian rápidamente y donde existe una fuerte competencia.

Es así, que GRACIAS E ESTE MÉTODO DE GESTIÓN podemos:

  • entrar en una óptica de constante mejora ya que se trata de un proceso y no de una actividad puntual
  • conseguir una mayor flexibilidad porque el coaching cambia y se adapta en función de las necesidades y de la situación comercial
  • actuar en tiempo real, ya que este proceso se aplica a las actividades del día a día
  • guiar en primera linea dado que el papel de coach lo desenvuelve directamente el responsable del equipo comercial
  • actuar de manera específica porque el coaching se realiza con cada vendedor a nivel individual
  • modificar el comportamiento de los vendedores ya que no se trata de adquirir o acumular conocimiento se trata de aplicar, de hacer y de medir.

Y este último punto relacionado con la medición es muy significativo al momento de   evaluar el desempeño de nuestro equipo comercial y también de medir el ROI.

Podemos cuantificar los efectos del sales coaching a diferentes niveles.

El primer nivel son los objetivos y las metas que ha alcanzado cada vendedor. Esto se puede traducir en un aumento de ventas, en una mejor calidad de la venta, en un mayor número de clientes contactados, en una mejor gestión del tiempo dedicado a vender…

Y el segundo momento de evaluación son los resultados globales conseguidos por el grupo o por la empresa.

Es decir un nivel de facturado general más elevado (un estudio publicado por Salesforce indica como la aplicación del sales coaching se traduce en un incremento promedio de las ventas del 17%).

Podemos destacar también un incremento de la motivación de las personas porque cada una de ellas alcanzará los objetivos establecidos.

Este último aspecto, implica una optimización de la gestión de los recursos humanos porque gracias a la motivación y a la autorrealización del vendedor se consigue fidelizarlo aún más a la empresa.

De esta manera, se reducen los costos y el tiempo dedicados para buscar nuevas personas, para hacer que se integren en el grupo y para que conozcan la empresa y los clientes.

Además esto permite rentabilizar aún más las inversiones hechas en capacitación y en programas de crecimiento profesional de los vendedores.

Las ventajas del sales coaching son numerosas, podemos mencionar también el desarrollo del espíritu de grupo, la dinámica que se instaura entre las personas de un equipo y la posibilidad de transmitir feedback de manera objetiva e imparcial.

La realización de los objetivos, el sentido de responsabilidad, el compromiso con la empresa, con los compañeros, con los clientes no se obtienen con un aumento de sueldo, no es algo que llega de manera automática… son actitudes que se pueden alcanzar gracias al sales coaching que además entre sus virtudes se puede mencionar el hecho de que para poder aplicarlo no es necesario hacer grandes inversiones, se necesita “simplemente” cambiar la manera de trabajar y de guiar a las personas de un equipo.

PUBLICADO EN REVISTA DE LA CÁMARA DE COMERCIO AMERICANA - NOV 2014.

¿Estamos seguros que nuestros resultados de venta son los mejores que podamos obtener?

Berenice Narvaez New Retail Experience Podemos vender un poco más

Nuestras respuestas y actitudes dependerán de como esté evolucionando nuestro facturado, es decir si está creciendo, está estable o disminuyendo respecto al año anterior.

Generalmente, comenzamos a pensar en que podemos hacer para vender más cuando estamos en un momento de estabilidad y sobretodo de perdida… Lo ideal sería hacerlo siempre.

En algunos casos, la responsabilidad es del mercado, de la legislación, del mal tiempo, de la competencia, del centro comercial, de los turistas… pero gran parte del resultado depende de nosotros.

Las soluciones a veces pueden ser muy costosas o se necesita mucho tiempo para ver los resultados o simplemente no se encuentran….

Pues bien, me gustaría hablar de esas pequeñas acciones que pueden hacer que facturemos un poquito más, sin necesidad de grandes inversiones económicas, fáciles de aplicar y que nos permiten conseguir resultados rápidamente….

Y además son acciones que se pueden aplicar siempre en cualquier Punto de Venta sin importar el tipo de producto o servicio que se venda.

¡Todo está en le personal que trabaja en contacto con el cliente!!
En como lo llevaremos para que haga un esfuerzo más.

No se trata aquí de hacer más horas gratis o de amenazas para conservar el puesto de trabajo o de decir “vamos tu puedes”….. no no,  se trata de darle instrumentos fáciles de aplicar, de crear sinergía entre las personas que trabajan en el punto de venta y de obtener lo mejor de este equipo.

Ahora me explico un poco más gracias a las siguientes preguntas:

– ¿Podríamos conseguir que UN “visitante” más se convierta en comprador cada día?

– ¿Hemos propuesto un pequeño artículo adicional en dos de las ventas que hemos       realizado durante el día?

– Si el cliente está acompañado ¿porqué no proponer algo también a esta persona?

– ¿Los turnos permiten atender de la mejor manera los flujos de clientes?

– ¿Hay productos que no propongo porque no se de que se trata y no quiero hacer el ridículo con el cliente?

– ¿Alguna vez hemos pensado “estos productos son demasiado caros, yo no los compraría”?

– ¿He contactado proactivamente al cliente que me había pedido un presupuesto hace unos días?

Estos son sólo algunos ejemplos, seguro que hablando con el equipo surgirán más preguntas de este tipo. 🙂

Pues bien aquí tenemos la base de lo que nos permitirá obtener ese pequeño resultado adicional.

Supongamos que estamos en un punto de venta con 3 vendedores, que entran 50 personas al día de las cuales 8 compran algo y que el precio medio de una venta sea de 70$.

El desafío para el equipo será conseguir lo siguiente:

– UN comprador más, de las 50 personas que entran que una más compre algo.
Lo que significaría: 1*70$

– DOS ventas adicionales: que de los 8 compradores 2 se lleven un producto adicional.
Que se podría cuantificar de esta manera: 2*15$

– UNA venta a la persona que acompaña al Cliente.
Lo que podría representar como venta adicional: 1*50$

Total del día: 135$

Total del mes: 135$ * 24 días = 3.240 $

Total del año: 3.240 $ * 12 meses = 38.880 $

Este resultado es imposible de realizar?
Es sólo un ejemplo de la venta adicional que podríamos conseguir.

Si además de esto, introducimos el retail coaching en la tienda para hacer un seguimiento continuo y constante del alcance de los objetivos personales y del grupo entonces conseguiremos mejores resultados todavía.

Es probable que cada persona del grupo sea “buena” en algún aspecto específico: vender un producto difícil, generar un diálogo con los clientes, vender productos de precios altos…. si hacemos que cada uno trasmita su especialidad crearemos una verdadera sinergía de grupo obteniendo vendedores más preparados, con menos miedo de acercarse al cliente y más motivados porque su trabajo será valorado y además les permitirá transmitir su especialidad a los demás compañeros lo que constituye un buen elemento para generar autoestima y diversificar la actividad profesional.

Estos cambios no necesitan inversiones económicas enormes, se trata simplemente de introducir algunos elementos en la manera de gestionar un equipo…

Prueben, yo estoy segura que generará buenos resultados… si tienen alguna duda podemos hablarlo y si quieren compartir una experiencia vinculada a este tema me encantaría! 🙂

 

¡Buena semana a todos!