El Sales Coaching: un instrumento para incrementar las ventas.

Berenice Narvaez Sales coaching New Retail ExperienceEn el contexto comercial, utilizar herramientas como el coaching para incrementar la motivación y el nivel de compromiso de los vendedores es importante ya que de esta manera, las probabilidades de alcanzar los objetivos son más altas.
Según un estudio publicado por Salesforce, la aplicación del sales coaching se traduce en un incremento promedio del facturado del 17%.
En retail, por ejemplo, los parámetros con mayor impacto en el facturado son: el converting rate, el precio medio por ticket y el número de artículos vendidos por ticket. Los mismos se pueden adaptar a un ambiente B2B y en ambos casos, la combinación ponderada de estos indicadores nos permite mejorar la calidad de la venta.
Gracias al sales coaching se estimula al vendedor para que deje de ser reactivo y pase a ser proactivo, es decir que sepa instaurar un diálogo, manejar objeciones, detectar necesidades y motivaciones del cliente y proponer soluciones adecuadas, consiguiendo así cerrar más ventas.
Sin embargo, para lograr esta transformación es crucial establecer una comunicación entre los vendedores y la persona que los lidera, significa dedicarles tiempo, programar momentos de encuentro, planificar acciones para alcanzar objetivos comunes y construir un vínculo basado en la confianza.
Las metas del sales coaching – más allá de incrementar las ventas – son las de conseguir que cada vendedor se responsabilice y se comprometa con la empresa ya que tiene un impacto a nivel de satisfacción del cliente y de fidelización del mismo.
Numerosos estudios confirman esta relación, es así que happy.co.uk evidencia como el nivel de compromiso influye en el nivel de satisfacción del cliente. Empresas con vendedores comprometidos alcanzan un nivel de satisfacción del cliente equivalente al 70% mientras que en aquellas con empleados que no se sienten involucrados, el nivel de satisfacción llega al 17%.
Según el Customer Experience Impact Report 2011 publicado por RightNow, el 89% de los clientes cambian de proveedor porque no están satisfechos con el servicio al cliente.
La realización de los objetivos y el compromiso con los diferentes actores no se obtienen con un aumento de sueldo o de manera automática, son actitudes que se alcanzan gracias al sales coaching y que en la mayoría de casos no requieren una inversión alta más bien necesita “simplemente” un cambio en la manera de trabajar y de guiar a los colaboradores.

Artículo publicado en Revista Ekos - Marzo 2016.

Un, dos, tres… cuando en la venta somos tres!

123 cuando en la venta somos tres Berenice Narvaez

En el amor el tres puede ser el tercero incómodo o el número perfecto… pero y en el retail?
¿Qué pasa cuando un cliente viene acompañado?…. cuando llega con una persona que en la mayoría de ocasiones ni siquiera tomamos en cuenta y que sin embargo podría ser nuestra aliada o nuestra peor enemiga?
Nunca les ha pasado que mientras están convenciendo al cliente y que ya está casi por decidirse y de pronto, esa o ese acompañante sólo lanza una mirada de desaprobación o simplemente dice “NO” y en menos de 5 segundos nuestros esfuerzos quedaron definitivamente anulados… y no hay nada que hacer para salvar la venta porque involucrar al tercero a esas alturas es demasiado tarde…

Pero ¿porqué mejor no convertirlo en nuestro aliado desde el principio y tal vez en un cliente adicional?
Usemos nuestra imaginación, nuestra experiencia y pensemos a los posibles “terceros” que podemos encontrar durante una venta.
Una vez identificados, prepararemos una pequeña estrategia o técnica de venta para que actúen a nuestro favor.
La novia difícil: nada le gusta, ella es la que decide y además está celosa porque la vendedora es sonriente y bonita….
El marido resignado: lo que tú quieras, todo te queda bien, tú eres la que decide…
La amiga entusiasta: si hermoso te queda súper bien, me parece una excelente compra…
El novio que quiere deslumbrar: esto es para ti, lo menos que te mereces….
La mujer apurada: está con el coche de las compras y quiere llegar rápido a casa para que no se descongele lo que acaba de comprar…
Los niños: están cansados, quieren comer, no les interesa la conversación entre adultos, quieren jugar….
La amiga curiosa: te acompaño, hace tiempo que no salgo de compras…
La mascota: juguetona.
Estos son sólo algunos de los personajes que podemos encontrar….

Y ahora, manos a la obra, a pensar en algo que haga que esta persona esté de nuestra parte…
Antes que nada detectar con preguntas o estudiando los gestos del acompañante en que categoría podría entrar….
Independientemente de quien sea, hay un punto común para cualquiera de estas situaciones: NO IGNORAR A LA PERSONA E INVOLUCRARLA!!!

Lo importante es identificar de que manera incluirla en la venta…
Puede ser un simple gesto como un contacto visual, una mirada cómplice.
Otro modo de acercarnos a esta persona es dialogando, haciendo preguntas, pidiendo su opinión, presentando beneficios para ella misma…

Pero también tenemos a disposición otros elementos como por ejemplo: zonas dedicadas en el punto de venta.
La más común y frecuente es el área para que jueguen los niños.
Pero que tal si ¿ofreciéramos al acompañante cansado un vaso de agua o lo invitáramos a acomodarse en una zona confortable donde pueda esperar?
¿Que al marido que está pensado en el partido de fútbol le dijéramos cual es el resultado?
¿Que a la señora que entró con las compras y que está acompañando a su hijo que se entusiasmó con un juego de la vitrina, le propusiéramos un lugar para que deje las compras y pueda dedicar tranquilamente toda la atención a su niño?

Una vez roto el hielo con el tercero, empieza la venta… una venta a varios niveles: para el cliente interesado y para el acompañante. Se trata de detectar las necesidades del uno y del otro simultáneamente y proponer soluciones a ambos….
No siempre será posible hacer esto, pero lo importante es:

  • no excluir esta posibilidad a priori y tener claro que el cliente no es uno… son dos.
  • estar conscientes de que el argumento de venta quizá no tenga que salir de nuestra boca pero debamos conseguir que salga de la boca del acompañante….
  • identificar rápidamente y desde el inicio quien decide, si el cliente o el acompañante.

Otra opción es gratificar al acompañante al final de la venta.
¿De qué manera?
Se le podría agradecer por su compañía, ofrecer una muestra para algún producto que le interese, aplicar un descuento o dar un regalo simbólico cuando las dos personas compran algo al mismo tiempo y que inicialmente no estaba previsto….

ATENCIÓN esto el cliente lo debe descubrir sólo al momento de pagar… para generar un efecto sorpresa…. en este tipo de situación no se trata de proponer un combo.

Actuando de esta manera lo que hemos conseguido también es generar una experiencia cliente!!! Sí, así es!!! Involucrando al “tercero” tenemos la oportunidad de sorprender, de hacer que  esta persona se sienta bien sólo por entrar acompañando a alguien… estamos además fidelizando… y todo esto a costo cero… simplemente cambiando nuestra técnica de venta…

¿Entonces?…. ¿El “tercero” en retail es un incómodo o un número perfecto?

Publicado en America Retail en Septiembre 2015.

El Sales Coaching: un instrumento para incrementar las ventas.

En estos tiempos se habla mucho de coaching: proceso que permite a una persona alcanzar sus objetivos utilizando sus propios recursos y habilidades gracias al apoyo de un coach.

Si bien es fácil ver como se aplica esta metodología en varios sectores dirigenciales, en el ámbito de las ventas aún no es muy común.

En un contexto comercial, en el cual, el nivel de exigencia y de eficiencia son cada vez más altos, utilizar herramientas como el coaching para incrementar la motivación, el compromiso y el nivel de responsabilidad de los vendedores es importante ya que de esta manera, las probabilidades de que cada individuo alcance sus objetivos serán más altas.

Las metas evidentemente pueden variar en función de la situación inicial del vendedor ya sea respecto a la empresa que respecto a sus compañeros.

Pero para ser más concretos, en el mundo del retail por ejemplo, ¿cuáles podrían ser las metas y los objetivos?

Pues pueden ser muy variados.

Entre los más comunes y los de mayor impacto sobre el facturado son: el converting rate, el precio medio del ticket y el número de artículos vendidos por ticket.

Y ¿las habilidades que un vendedor puede desarrollar gracias al sales coaching?

Existen diferentes áreas de mejora y de crecimiento profesional para estas personas.

Por ejemplo, se puede perfeccionar la manera de:

  • instaurar un diálogo con el cliente,
  • manejar las objeciones,
  • detectar las necesidades y motivaciones del cliente
  • proponer la solución más adecuada para el cliente….

En definitiva se trata de fomentar las capacidades de cada vendedor para que deje de ser reactivo y pase a ser proactivo.

Es decir, conseguir que la persona guíe cada venta con ideas claras, con una metodología y que no se deje llevar por ella, que no sea “víctima” de la venta.

Sin embargo, para lograr esta transformación es crucial crear una relación y establecer una buena comunicación entre los vendedores y la persona que los lidera.

Esto quiere decir que el “jefe” deberá también cambiar la manera de gestionar a su equipo.

Hacer coaching, significa que se dedica tiempo a las personas, que se programan momentos de encuentro, que se planifican las acciones para alcanzar objetivos comunes y que se construye un vínculo basado en la confianza.

Los objetivos del sales coaching – más allá del de incrementar las ventas – son los de conseguir que cada vendedor se responsabilice y se sienta comprometido con la empresa.

Sólo de esta manera, el vendedor dará lo mejor de sí y se conseguirá ofrecer un mejor servicio al cliente generando de esta manera un círculo virtuoso.

En un estudio publicado por happy.co.uk se evidencia como el 70% de los empleados comprometidos ofrecen un buen servicio al cliente mientras que sólo un 17%  de los empleados no comprometidos lo consiguen.

Aprovecho para enfatizar lo importante que es ofrecer un buen servicio al cliente para poder fidelizarlo.

Según el Customer Experience Impact Report 2011 publicado por RightNow, el 89% de los clientes que cambian de proveedor es porque no están satisfechos con el servicio al cliente.

Regresando a nuestro tema principal, integrar el sales coaching en la gestión de un equipo de ventas tiene otras grandes ventajas sobre todo en ambientes comerciales que cambian rápidamente y donde existe una fuerte competencia.

Es así, que GRACIAS E ESTE MÉTODO DE GESTIÓN podemos:

  • entrar en una óptica de constante mejora ya que se trata de un proceso y no de una actividad puntual
  • conseguir una mayor flexibilidad porque el coaching cambia y se adapta en función de las necesidades y de la situación comercial
  • actuar en tiempo real, ya que este proceso se aplica a las actividades del día a día
  • guiar en primera linea dado que el papel de coach lo desenvuelve directamente el responsable del equipo comercial
  • actuar de manera específica porque el coaching se realiza con cada vendedor a nivel individual
  • modificar el comportamiento de los vendedores ya que no se trata de adquirir o acumular conocimiento se trata de aplicar, de hacer y de medir.

Y este último punto relacionado con la medición es muy significativo al momento de   evaluar el desempeño de nuestro equipo comercial y también de medir el ROI.

Podemos cuantificar los efectos del sales coaching a diferentes niveles.

El primer nivel son los objetivos y las metas que ha alcanzado cada vendedor. Esto se puede traducir en un aumento de ventas, en una mejor calidad de la venta, en un mayor número de clientes contactados, en una mejor gestión del tiempo dedicado a vender…

Y el segundo momento de evaluación son los resultados globales conseguidos por el grupo o por la empresa.

Es decir un nivel de facturado general más elevado (un estudio publicado por Salesforce indica como la aplicación del sales coaching se traduce en un incremento promedio de las ventas del 17%).

Podemos destacar también un incremento de la motivación de las personas porque cada una de ellas alcanzará los objetivos establecidos.

Este último aspecto, implica una optimización de la gestión de los recursos humanos porque gracias a la motivación y a la autorrealización del vendedor se consigue fidelizarlo aún más a la empresa.

De esta manera, se reducen los costos y el tiempo dedicados para buscar nuevas personas, para hacer que se integren en el grupo y para que conozcan la empresa y los clientes.

Además esto permite rentabilizar aún más las inversiones hechas en capacitación y en programas de crecimiento profesional de los vendedores.

Las ventajas del sales coaching son numerosas, podemos mencionar también el desarrollo del espíritu de grupo, la dinámica que se instaura entre las personas de un equipo y la posibilidad de transmitir feedback de manera objetiva e imparcial.

La realización de los objetivos, el sentido de responsabilidad, el compromiso con la empresa, con los compañeros, con los clientes no se obtienen con un aumento de sueldo, no es algo que llega de manera automática… son actitudes que se pueden alcanzar gracias al sales coaching que además entre sus virtudes se puede mencionar el hecho de que para poder aplicarlo no es necesario hacer grandes inversiones, se necesita “simplemente” cambiar la manera de trabajar y de guiar a las personas de un equipo.

PUBLICADO EN REVISTA DE LA CÁMARA DE COMERCIO AMERICANA - NOV 2014.

¿El precio es realmente el criterio más importante?

Berenice Narvaez New Retail Experience precios

El precio…. parece ser la pesadilla de vendedores y clientes… llega a ser considerado como el único parámetro para realizar una venta o para decidir hacer una compra, dependiendo del punto de vista que adoptemos: vendedor o cliente.

Pero ¿es realmente así?
Comencemos esta reflexión – sobre la importancia del monto a pagar – confirmando que es un hecho innegable que cada cliente o la mayoría de ellos tiene más o menos establecido un presupuesto de gasto.

Pero consideremos también que los criterios de compra pueden ser de dos clases: racionales o emocionales. Si bien es cierto que la importancia de estos elementos puede variar en función de si estamos en un ambiente B2B o B2C y dependiendo del tipo de producto que se desee comprar, la decisión se basa hasta en un 70% en el aspecto emocional es decir en lo que siente en ese momento el cliente potencial.

Para relativizar la importancia del precio y romper barreras o creencias demasiado ancladas hagámonos algunas preguntas:
¿Porqué no compramos el celular más económico?
¿Porqué las mujeres no compramos los vestidos más baratos?
¿Porqué no nos conformamos con una televisión básica?
En nuestro día a día, ¿escogemos siempre el producto con el precio más bajo?
Muy probablemente no…
Entonces ¿porqué los otros clientes deberían ser diferentes y basar su elección sólo y exclusivamente en el precio?

A partir de este momento, identifiquemos otros elementos que influyan en la decisión de compra, descubramos el VALOR AÑADIDO que podemos ofrecer para que el cliente escoja nuestro producto.
Cuando hablamos de valor añadido pensemos a la gama de BENEFICIOS que podemos proponer a nuestros compradores.
Para identificarlos respondamos a estas dos preguntas:
¿SI YO FUERA EL CLIENTE, porqué compraría este producto y no el de la competencia?
¿Yo como cliente, qué beneficios espero obtener con la compra de este producto?

Pensemos en QUIENES SON NUESTROS CLIENTES, no los consideremos todos iguales, sus necesidades, sus problemas a resolver, sus motivaciones, sus valores son DIFERENTES!!!
Si conocemos a nuestros clientes podremos escoger de nuestra gama de beneficios aquellos que se adapten mejor a cada situación y a cada persona.
Al iniciar una venta, primero identifiquemos a nuestro comprador, no propongamos inmediatamente el producto.
Preguntemos y escuchemos para saber qué es lo que está tratando de solucionar, cuáles son los factores que está tomando en cuenta para optar por una solución u otra, quienes son las personas que deciden, cuáles son sus temores, que ventajas quisiera obtener…
Una vez que hayamos identificado esto y presentemos nuestros beneficios, seamos aún más exigentes con nosotros mismos y demostremos o respaldemos de manera concreta lo que estamos prometiendo al cliente.
Por ejemplo: si decimos a nuestro cliente: “nuestros productos son de la mejor calidad” ¿Será suficiente? ¿Qué quiere decir mejor calidad? Esto lo pueden decir todos los competidores, pocos serán los que puedan demostrarlo… ahí está el secreto! Al construir e identificar nuestros argumentos de venta debemos ser PRECISOS y ESPECIFICOS: “nuestros productos son de la mejor calidad porque siguen estos procesos……, porque la materia prima se trabaja de esta manera……, porque de los estudios realizados con empresas externas nos han confirmado que el tiempo de utilización de nuestros productos es superior de un x% respecto a los de la competencia……”

UN DETALLE MÁS: al momento de explicar las características y las ventajas utilicemos palabras y conceptos que sean “entendibles” para el cliente, que sean concretos.
Lo que nosotros estamos haciendo al momento de argumentar la elección de un producto, no es repetir mecánicamente un texto, es eliminar las dudas que el cliente pueda tener y para eso debemos adaptarnos a su propia realidad.
Mientras estemos con él, preguntemos y tratemos de saber si existe alguna duda, algún punto que no esté claro… ESCUCHEMOS SUS OBJECIONES.
Las observaciones que nos haga no son una excusa para no comprar y liberarse de nosotros, manifiestan una duda y un interés al mismo tiempo.
Preparemos con antelación las respuesta a las diferentes objeciones, en la mayoría de los casos son similares de un cliente a otro.
Es importante responder de manera eficaz a estas preguntas porque es un momento crucial de la venta.
A este punto, llega para nosotros la “prueba del nueve”… si al preparar la lista de objeciones la única que tenemos es la del precio es porque nosotros estamos contando a nuestros clientes sólo precio y nada más!

Con esto no se quiere decir que los clientes que basan su elección en el precio no existen, se trata de tener claro en la mente que las personas que deciden por precio no son el 100% de los clientes, que no aplican este criterio de elección para todos los productos y que nosotros debemos estar preparados para argumentar nuestras ventas ofreciendo características concretas basadas en datos reales y objetivos, proponiendo soluciones a las necesidades del cliente, evidenciando los beneficios que puede obtener y ofreciendo servicios adicionales que puedan completar la experiencia de compra.

Sólo así podremos salir de una guerra de precios que a medio y largo plazo puede ser muy negativa y que además no permite fidelizar al cliente.
Si un cliente nos escoge únicamente por el precio más bajo, mañana llegará la competencia a un precio inferior (la diferencia podría ser sólo de centavos) y habremos perdido al cliente.

Entonces… ¿listos para vender sin ser esclavos del precio?

Artículo publicado en America Retail el 15 de Julio 2015.

¿QUIÉN ESTÁ FRENTE AL CLIENTE EN EL MOMENTO DE LA VERDAD?

En esta ocasión propongo realizar un viaje que inicia en las oficinas centrales de una cadena – que llamaré Support Office (para reflexionar sobre la razón de ser de una “Oficina Central” cuando se habla de Retail) – y que termina en los Puntos de Venta.

Puede parecer un viaje simple pero algo extraño pasa en el camino… veamos porqué…
En el Support Office hay un equipo de personas especializadas que trabajan, planifican y definen objetivos y por lo general definen las metas en función de lo que establezca la Dirección General: ¡Aumentar la rentabilidad!
Cada departamento entonces escogerá caminos diferentes para realizar este objetivo.

RRHH:
– Menos personal en los Puntos de Venta
– Salario mínimo (igual que un portero o un mensajero…)
– Formación: se realizaran los cursos más baratos, es un costo
– ¿Motivación? …. ¡Ya se les ofrece las comisiones!

Finanzas:
– No quiero más facturado quiero mejor margen
– Diferencias de inventario más bajas
– Mejor rentabilidad al m2

Comercial:
– Incrementar el facturado
– Diferenciación de la competencia (aquí el viaje se hace interesante: ya que si se basa en una política de descuentos sin límite, el facturado no aumenta y probablemente el Director Financiero no esté contento ya que él pide margen…)
– Generar más tráfico en el PdV y un sistema para fidelizar a los Clientes
– Mayor productividad por vendedor.

Marketing:
– Ofrecer una atención al cliente excelente
– Mejorar los resultados de los mistery shopper
– Incrementar el indice de satisfacción de los clientes

Merchandising:
Para reducir costos será igual para todos los Puntos de Venta y lo instalarán directamente los vendedores.

Producto:
– No habrá producto nuevo hasta que no vendan lo que ya tienen
– Ninguna garantía para los clientes
– Política de precios: “como vendo poco mejor precios altos.
– Productos rotos y robados se descuentan al personal y si los rompe el cliente se le cobra.

Logística:
Reducción de la frecuencia de envío de mercadería a los Puntos de Venta.

 ¿Y en el Punto de Venta?  ¿Qué impacto tienen estas decisiones?

Primero notemos que todas y cada una de las decisiones tomadas por especialistas del Support Office las concretiza, realiza o gestiona una persona bien precisa: ¡el vendedor!

Y aquí comienza otra fase del viaje, veremos cómo cada objetivo que nace en el Support Office se concretiza gracias a lo que el vendedor hace allá…. en el Punto de Venta.

Vendedor – RRHH:
Gestiona horarios para garantizar buena atención al público y no perder ventas.
– Decide esforzarse y responsabilizarse 
sintiéndose poco valorado por la empresa.
Prioriza y decide autónomamente.
La actividad del vendedor es variada, debe: acoger y atender al cliente, vender, solucionar, informar, formarse, recibir producto, pasar pedidos, limpiar… debe priorizar.
Dedica tiempo extra para la formación
. La formación tiene sentido para la empresa y para los vendedores sólo si es un instrumento para alcanzar un objetivo comercial o profesional que sea preciso y medible.
Utiliza su “intuición” para vender y conseguir las comisiones. Supera su frustración si no sabe como hacerlo.

Vendedor – Finanzas:
Adopta un enfoque económico y concretiza los objetivos financieros
Gestiona inventarios y flujos de producto.
Optimiza 
los espacios y la exposición del producto.

Vendedor – Comercial:
Domina las técnicas de venta, de gestión de las objeciones, de identificación de las necesidades y motivaciones de cada cliente.
Conoce los argumentarios
de cada producto o servicio.
Ofrece
servicio y atención de calidad.
Crea una relación con el cliente para fidelizarlo
, consigue que el cliente regrese porque sabe que encontrará al vendedor que ya conoce.
– No se limita a realizar los objetivos establecidos pero los supera.
Aplica técnicas y adopta procesos
para que cada vendedor sea más productivo.

Vendedor – Marketing:
– Es empático y agradabledisfruta cuando está con los clientes, proponiendo productos, ofreciendo soluciones o haciendo un seguimiento.
Identifica las áreas de mejora y potencia las que ya son positivas.
Consigue que los clientes salgan siempre satisfechos y no resignados.
Instala la comunicación en el punto de venta y la utiliza cuando es oportuno.
Representa la imagen de la marca.

Vendedor – Producto:
– Prioriza identifica los productos que conviene venderhace los pedidosrecoge información sobre lo que quiere el cliente, mantiene un stock óptimo: ni mucho ni poco.
Gestiona las quejas relacionadas a productos defectuosos.
Ofrece una solución en función de las necesidades del cliente y de los beneficios de cada productoNo da el producto más barato o propone siempre el más caro.
Aplica técnicas procesos para evitar los robos.

Vendedor – Logística:
Gestiona con el cliente la “no disponibilidad” de un producto específico en un momento específico para no perder la venta.

En la última etapa del viaje,  es decir cuando el vendedor está frente al cliente, cada “acción” o cada “no acción” tiene un impacto directo sobre el cliente.

¡Este es el momento de la verdad!

Es el momento de la verdad para cada departamento…. Los objetivos de cada uno de ellos dependen en gran parte de lo que haga o no haga, de lo que diga o no diga,  de lo que sepa o no sepa, de lo que sienta o no sienta el vendedor.

Es por este motivo que las Oficinas Centrales deben ofrecer un soporte concreto a las personas que están en primera línea.

¿No llama la atención el hecho de tener especialistas en el Support Office y personas en los puntos de venta que no tienen una formación profesional, que no gozan de ningún reconocimiento y a las que no se quiere o no se sabe fidelizar? 

Ahí, en el Punto de Venta, justamente dónde se concretizan los resultados. 

¿Cómo es posible que teniendo ejemplos en todo el mundo de empresas de éxito en las cuales el vendedor es una figura esencial, hoy todavía no sea un fenómeno generalizado?

¡No dando importancia al vendedor, estamos simplemente perdiendo ventas, margen, clientes… estamos perdiendo nuestro futuro, nuestra presencia en el mercado, estamos acortando nuestro viaje!

Artículo publicado en America Retail - Febrero 2015.

 

 

 

7 Malas Ventas que no se pueden perdonar… 2ª parte.

7 malas ventas berenice Narvaez New Retail Experience.001-001

La semana pasada vimos tres casos de Malas Ventas, hoy les propongo otras cuatro situaciones….

4. Reciclar los productos devueltos.
En calidad de cliente, poder cambiar un objeto que hemos comprado, es un buen punto… pero atención…  si por un lado el cliente está contento por tener esta opción, no arruinemos esta oportunidad!!!

¿A qué me refiero?
Si el cliente cambia un objeto porque tiene un defecto de fabricación, no cometamos el error de ponerlo a la venta inmediatamente… y peor delante del cliente que está efectuando el cambio!

Si se trata de un cambio por algún otro motivo, podemos hacerlo, pero digamos al cliente que antes de ponerlo nuevamente en venta se hará un control, se le dará un embalaje nuevo, una limpieza.. de esta manera daremos mucho más valor a nuestro gesto comercial. (No se trata sólo decirlo pero de hacerlo también…)

Parecerá broma, pero esto sucedió en un bar…
Gracias Señor por el Whisky… el cliente comienza a berlo y le parece demasiado fuerte.
Señor está muy fuerte ¿me puede poner un poco más de agua?
Sí, no hay problema….
En ese momento el camarero versa parte del contenido del vaso del cliente en otra copa, agrega el agua y el cliente está satisfecho…. lo que no estuvo bien es que el contenido sobrante lo guardó y lo reutilizó para otro cliente.. opsss!!

5. Cobrar las comisiones bancarias por pago con tarjeta.
Las comisiones bancarias deben ser invisibles para el cliente… se puede tomar en cuenta este costo durante la elaboración del precio de venta, ponderando su peso en función del porcentaje de personas que pagan con tarjeta, con cheque o en efectivo.
Pero penalizar al cliente subiendo el precio cuando este comunica que pagará con tarjeta, si bien es común en algunos lugares.. no es lo mejor del punto de vista de experiencia de compra del cliente.
Y peor cuando el vendedor justifica este incremento como si fuera el IVA.
¡El IVA se paga independientemente del modo de pago!!!

Si de todas maneras se decide mantener esta política de precios, al menos informemos bien a los vendedores sobre las respuestas que dan… que no respondan cualquier cosa.
¿Cómo podrán mantener su credibilidad si responden de esta manera?
En la posición del cliente, ¿confiarían en una persona que responde así?
¿Le pedirían un consejo sobre el producto que buscan?

6. Encarecer un producto con costos adicionales.
Una de las técnicas de venta más utilizadas es partir del producto o servicio básico con un precio interesante y después conseguir aumentar el importe de la venta incluyendo accesorios, ofreciendo opciones sobre los materiales utilizados e incrementando los niveles de servicio.
Esto permite:
– llamar la atención del cliente gracias a un producto básico que puede utilizar pagando un precio interesante.
– incorporar productos adicionales a medida que se identifican las necesidades y la motivaciones del cliente.
Y esto funciona.

Lo que no funciona es comunicar el precio básico… y cuando el cliente está por pagar descubre que tiene que incluir el IVA.
El IVA también es dinero.. y si bien es cierto que en el ambiente B2B no se evidencia este aspecto, en el ambiente B2C es necesario hacerlo porque el consumidor final paga el precio completo. Es muy probable que no recupere este impuesto.
Pero puede ser peor todavía…. puede ocurrir por ejemplo, que una persona compre algo y después  de haber pagado, le digan: “si quiere que funcione tiene que comprar este producto adicional.”
El resultado es que el precio real del objeto aumenta y difícilmente el cliente se negará a comprar el producto adicional porque ya hizo la inversión inicial.
Pero este cliente se sentirá seguramente engañado...
Es posible que no tenga otra opción que la de comprar los productos adicionales pero seguramente es una política corto plazista porque ese cliente no regresará y no recomendará ese producto o ese punto de venta.

Hace unos días, me inscribí a un curso de fotografía. Dedicar mi tiempo libre a esta actividad me daba ilusión y además el curso tenía una buena reputación.
Costo del curso: 460$. Cuando me acerco a la caja para pagar me dicen: “515$, es el precio con IVA”
Pagado y facturado me dicen: “para poder seguir este curso tiene que comprar este libro: 15$”
A la primera lección nos dicen: “ahhh pero para poder trabajar con las fotos y hacer los trabajos que pedimos necesitan estos dos programas en su computadora.”  Sumo 10$ más…
Y después, siempre durante el curso, nos dicen: “cada semana tendrán que imprimir las fotos que son los trabajos que les enviará cada profesor. El costo total de las impresiones es de 160$”.  Y yo sumo…
Por cómo está organizado, no hay la opción de no pagar los productos adicionales…entonces la realidad es que el curso no cuesta 460$ sino 700$….
Es probable que frecuente el curso hasta el final, el reembolso me costaría 140$, pero la ilusión que tenía, la experiencia que estaba buscando desapareció….
¿Cómo cliente, en una situación de este tipo, recomendarían el curso?
¿Decidirían después tomar y pagar el nivel avanzado o irían a buscar otra alternativa?

7. No mantener las promesas de venta.
Conseguir cerrar la venta prometiendo cosas que el cliente pide: tiempos, horarios y condiciones de entrega, es positivo.
Para eso están estos instrumentos.
Lo que no funciona es prometer, cerrar la venta y no cumplir…

Y de nuevo les hago estas preguntas:
¿Cómo se sentirían en el lugar del cliente si les ofrecen una fecha de entrega que al final no se respeta?
¿Qué comentarían con sus compañeros y familiares? ¿Lo bueno del producto, lo malo del servicio o las complicaciones que esto ha generado?

Errores se pueden cometer muchos… pero cada vez que hablemos con un cliente, cada vez que tengamos una duda sobre cómo actuar, pensemos:
¿Si yo fuera el cliente, cómo me gustaría ser atendido?

7 Malas Ventas que no se pueden perdonar… 1ª parte.

7 malas ventas berenice Narvaez New Retail Experience.001-001En el mundo de las ventas es muy fácil cometer errores “sin querer” pero que pueden ser muy nocivos y graves desde el punto de vista del cliente.
¿Porqué digo “sin querer”?
Porque la  mayor parte de los clientes no va a interpretar una situación que lo perjudica o que disminuye la satisfacción de sus necesidades o que afecta el lado económico de su compra, como algo que se hizo “sin querer”.
Va automáticamente a pensar que es una estafa, una “tomadura de pelo”, que es poco transparente… en sustancia va a sentirse engañado y perderá la confianza.
Esto es fatal para cualquier actividad comercial porque además de perder al cliente, habremos ganado la mejor publicidad negativa…

Inútil detenernos sobre esta cifras ya conocidas:
– Cuesta 5 veces más conquistar un cliente nuevo que mantener uno existente.
– Un cliente satisfecho lo cuenta a dos personas uno insatisfecho a 10… y más aún ahora con las redes sociales! (fuente: www.marketing-professionnel.fr)

Veamos entonces estos 7 casos de malas ventas y algunos ejemplos de situaciones reales.
1. Aumentar un precio al momento de pagar.
Si un vendedor comunica un precio al cliente y a un cierto punto durante la venta – por lo general es cuando uno paga – resulta que el precio no es el correcto, es responsabilidad del vendedor.
De cara al cliente hay que mantener el precio que se le comunicó inicialmente.
Internamente: ver cómo mejorar la comunicación de los precios para evitar estos errores.

Esto pasó en una peluquería:
Buenas tardes… quisiera lavarme y cepillarme el pelo. ¿Es posible?
Sí sí no hay ningún problema, a ver déjeme verle..
OK y ¿cuánto va a costar?
9 USD
¿Es el precio final todo incluido?
Sí.
Al momento de pagar, la cajera pide 10$…
¡Cómo, su compañera me dijo 9$ !
No no. No es así mi compañera se equivocó.  Son 10$.

La diferencia de precio no es gran cosa, pero la sensación de “ser estafado” ya se apropió del cliente…
Para corregir este error habrá que invertir mucho más… siempre y cuando el cliente decida confiar de nuevo en estos vendedores…
¿Qué harían en el lugar del cliente? ¿Cómo se sentirían?

2. Dar al cliente un producto que no es lo que pidió.
Una vez que confirmamos con el cliente cuál es el producto que desea, ése es el que tenemos que entregar.
¿Qué pasa si al momento de ir a buscar ese artículo nos damos cuenta de que no lo tenemos?
Seamos transparentes.  Hablemos con nuestro cliente y presentemos una solución.
No tratemos de esconder ese problema entregando un producto diferente.
Es muy probable que el cliente se de cuenta.. y esto no le va a gustar, sobretodo si el precio aumenta respecto a lo que escogió.

Esto es lo que pasó en un restaurante…
¿Me da la carta de vinos por favor?... Los vinos indicados varían de 22$ a 90$.
Me da esta botella por favor (una de 32$).
Debía hacer una elección basada en una buena relación calidad/precio.
No, esa ya no tenemos…
Me da ésta entonces (otra de 32$)
No, tampoco tenemos esa…
Me dice entonces que botellas de 32$ le quedan?
Esta.
OK entonces una de estas.
Al recibir la botella, el cliente verifica el viñedo y el productor… era la información que había memorizado.
Al momento de probar, le parece un óptimo vino, cosa que le sorprende un poco respecto al precio.
Cuando quiso ordenar la segunda botella, pidió confirmación para ver que sea efectivamente la botella de 32$ que pidió……
No.. le traje otra porque no teníamos esa….
Y ¿cuánto cuesta la que trajo?…
– 75 USD
– ¿Cómo se permite hacer un cambio de este tipo? ¿Cuánto va a cobrar por la botella?
– 75$ yo no puedo cambiar los precios.
Horror!!!! Error inaceptable…..
¿Qué es lo que pasó?
Del punto de vista del vendedor puede haber sido un error…
Del punto de vista del cliente, el vendedor pensó que el grupo no se daría cuenta y aprovechó de la situación  sirviendo una botella más cara…
¿Cómo se sentirían en el lugar del cliente?
¿Cuál sería su reacción como cliente?

3. Dar una cantidad inferior a la indicada.
Como vendedores, verificamos siempre que el cambio que damos a los clientes sea correcto ¿verdad?
Pues bien, como vendedores debemos también verificar que las cantidades que damos correspondan a las que indicamos.
Es una de las responsabilidades que tenemos cuando trabajamos en un Punto de Venta y es uno de los aspectos que diferencia un vendedor de un despachador.
¿Qué pasa, si en una farmacia – donde el factor confianza es importante porque se venden medicinas – me doy cuenta, como cliente, que me están dando menos pastillas de las indicadas en la caja?
Como cliente pienso:
– Primero: ¡no es posible que uno tenga que controlar todo!
– Segundo: ¡qué deshonestos, para ganarse unos “dolaritos” entregan una cantidad inferior!
– Tercero: ¡son unos estafadores!
Pero la situación no se acaba ahí.
Al indicar al vendedor que faltan pastillas, él lo que hace es sacar las faltantes de otra caja expuesta que después volvió a colocar en su lugar!!
Triste decirlo, pero el próximo cliente será el afectado….

Y de nuevo pregunto: ¿Cómo se sentirían en el lugar del cliente?

En los próximos días, veremos las 4 malas ventas faltantes.. ¡buena lectura!

 Artículo publicado en America Retail en Octubre 2014.

El Punto de Venta y la Afluencia

Afluencia New Retail Experience Berenice NarvaezUn paso más en la cooperación con las diferentes organizaciones para hacer Retail.
Esta vez con la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana, para hablar sobre las estrategias que se pueden aplicar en un Punto de Venta para controlar y optimizar la afluencia de clientes.

El Punto de Venta y la Afluencia

Buena lectura!

Perfumes y un poco de historia…

Historia y perfumes New Retail Experience Durante estas vacaciones estuve poniendo orden en una caja que no abría desde hace muchísimo tiempo!
Es la caja donde conservo mi colección de muestras de perfume!
Las colecciono desde que era niña es decir desde hace muchos años! 🙂

Al sacarlas y mirarlas una a una, lo que me llamó la atención fue la evolución de las botellas….

Me di cuenta de como las muestras habían cambiado en varios aspectos:
– contenedor:
pasamos de la forma de la botella original en un medida reducida, al tubo de vidrio, al sobre hasta llegar a una pagina perfumada en cualquier revista.
– material:
inicialmente eran botellas de vidrio, de un cierto prestigio porque estaban realizadas por maestros vidrieros y poco a poco se fueron simplificando y los materiales empobreciendo hasta que los frascos prácticamente desaparecieron.
– packaging:
las muestras, pequeños contenedores de un producto “precioso”, eran a su vez tratadas como un producto de valor, venían ellas mismas envueltas en papel de seda  y en cajas para protegerlas mejor.
Pero esto también se ha ido modificando.  Actualmente es fácil conseguir muestras pegadas con un adhesivo a las revistas de moda distribuidas y vendidas en cualquier kiosco de periódicos.
– cantidad:
en este caso también noté un empobrecimiento, inicialmente algunas muestra contenían entre 15 y 10 ml y esta cantidad se ha ido reduciendo a 5 ml y después a 1,5 ml hasta ya no tener producto para aplicar sobre la piel pero sólo para poder oler.
– entrega:
inicialmente recibías muestras como “premio” por las compras que habías realizado, por ser una “buena” cliente.
Era un detalle para que puedas llevar siempre contigo una cantidad reducida de producto.

El perfume, valorado, apreciado y considerado como un elemento de la identidad de la persona, debía ser seleccionado con atención, probado para ver como cambiaba el olor al contacto con la propia piel para finalmente decidir si comprarlo o no.
Para poder seguir este proceso era necesaria una muestra.
Hoy este ritual ya no se vive con la misma intensidad.

Como cambian las cosas y muchas veces es de manera progresiva con lo cual no nos damos cuenta de la evolución.

Pero en este caso viendo el antes y el después surgieron algunas reflexiones:
– la primera es como el perfume ha sido desvalorizado y masificado y si queremos ser coherentes ha sido también una manera de disminuir el valor de la marca.
– la segunda es que las muestras hoy por hoy podrían ser “reinventadas para incrementar las ventas, para fidelizar al cliente, para diferenciarse respecto a la competencia, para dar un motivo más al cliente de elegir nuestro producto sin basarnos simplemente en el precio y para consolidar el posicionamiento de la marca.

Hoy, el cliente es más prudente al momento de decidir si comprar o no un producto.
En algunos casos, como per ejemplo cuando se trata de la cura y la belleza personal, el cliente está por un lado dispuesto a pagar un precio elevado pero por el otro lado también busca seguridad.

¿No sería un buen momento para entregar al cliente una muestra bien presentada (de manera a no disminuir el valor de la marca) para que pruebe el producto y al mismo tiempo para que valore este gesto?

¿No sería la ocasión para pedirle sus datos y poder contactarlo después de 10 días y saber cómo se encuentra con el producto?

¿No sería una manera de generar una experiencia cliente diferente?

Y si en cambio el cliente ya escogió nuestro producto, ¿no sería una manera de tenerlo “enganchado” porque tiene las confecciones pequeñas en su bolso, en el auto, en la oficina, consiguiendo de esta manera que nuestra marca esté siempre presente?

O simplemente ¿podríamos pensar en utilizar las muestras al momento de lanzar un producto nuevo para premiar a una persona que ya es cliente? ¿Utilizar este gesto para agradecerle y mimarle a la vez?

O conseguir hacer un cross selling porque si ya escogió el perfume le podemos ofrecer la muestra del jabón, de la crema, del ambientador para la casa y así generar una necesidad complementaria.

La muestra podría convertirse también en un sustituto del descuento: “no te hago pagar menos pero te ofrezco algo más”… técnica que además podría generar otras ventas en el futuro y que posiciona la marca a un nivel diferente.

Gracias a las muestras, nuestro cliente podría convertirse en nuestro embajador… ¿cuál sería la reacción del cliente si hablando con él detectamos que en su familia hay alguien a quien le gusta los perfumes frescos y le ofrecemos una muestra que corresponda a estos gustos para que se la entregue a ese familiar?

Estos son sólo algunos ejemplos de como se podrían utilizar las muestras, seguramente hay muchas más posibilidades dependiendo del producto y de la marca. Pero si creo que las muestras podrían volver a recuperar su valor y su utilidad, mucho más ahora que gracias  a la tecnología se podría medir y monitorear su eficacia.

No se trata de utilizar las muestras para hacer una distribución masiva e indiscriminada, se trata de definir una estrategia para saber cuando, como y porqué entregar estas muestras.

Ah… y una cosa más, pueden convertirse en objeto de colección, lo que nos abre las puertas para generar otras experiencias vinculadas al mundo de la marca y del producto… 🙂