Las palabras mágicas de L’Etage…

Las palabras magicas de l etage berenice Narvaez New Retail Experience

Estaba reorganizando mi casa cuando conocí a L’Etage.
Eran meses que buscaba en los almacenes de decoración un escritorio original y que correspondiera a lo que necesitaba y me gustaba.
No encontraba nada, estaba dispuesta a pagar pero quería algo diferente… las respuestas más frecuentes eran “esto es lo que hay”, “cuesta tot”, “ahhhh eso si no sé”, “para el transporte vea usted como hace”….
Hasta que un día por casualidad caminando por la calle di con L’Etage, tenía una bonita vitrina y el jardín delantero estaba bien cuidado.
Entré sin muchas expectativas, no sabía lo que me esperaba.
Al entrar me encontré con una persona sonriente, gentil y comencé a escuchar palabras diferentes: “dime que te gusta”, “mira tenemos estas opciones”, “te preparamos una propuesta a ver si te gusta”, “ te aconsejo estas medidas”….
Fueron palabras mágicas!!
Quien me recibió ese día era Lourdes, la propietaria del local y hoy algunos meses más tarde estoy de nuevo con ella para que me cuente mejor qué hizo para que su actividad comercial funcionara.
El punto inicial es muy común: regresaba a su ciudad natal después de haber vivido varios años en el extranjero, llegaba con una experiencia en decoración y Lourdes veía lo que los otros no veían…

¿Cómo comenzó este proyecto?
“Vivíamos fuera y cuando llegamos notamos que algo faltaba. Buscábamos muebles, accesorios para decorar y la respuesta general era “esto es lo que hay”. ¡La famosa respuesta!  ;-)
La idea de abrir un almacén fue madurando, sabíamos bien lo que NO queríamos: vender objetos y lo que SÍ queríamos: vender un estilo de vida, soluciones que correspondieran al modo de vivir de nuestros futuros clientes.
A esto debíamos incluir unos elementos más: las características del mercado, la poca variedad de la oferta, las limitaciones para importar, la producción local poco atenta a los detalles y acabados…”

He notado que me hablas al plural, ¿porqué?
Yo soy la cara de L’Etage pero en realidad toda la familia está involucrada: mamá, papá y mis hermanas Clara y Gabriela.
Lo que tenemos en común en este proyecto es el gusto por los detalles y la misma sensación cuando visitábamos algunas casas: parecían más almacenes con objetos – que en algunos casos todavía tenían la etiqueta del precio –  y no teníamos la sensación de entrar en un hogar.
Cuando regresamos a nuestra ciudad, lo que queríamos era proponer un estilo de decoración europeo que era diferente al gusto local que adoptaba más bien los cánones americanos.
La verdad es que llegamos con una idea romántica, queríamos ofrecer lo que habíamos vivido y las cosas bonitas que habíamos visto cuando estuvimos fuera del país.”

Y ¿qué pasó?
“Fue nuestro fallo inicial, llegamos con esta idea, abrimos el almacén y después nos preguntamos: ¿funcionará?
Pero ya era demasiado tarde para dar marcha atrás, nos botamos a la piscina y ahí vimos la realidad. Fue un choc porque los primeros clientes que entraron no buscaban lo que proponíamos.”

Wow! ¿Cómo se sintieron? ¿Qué hicieron?
“Cambiamos nuestra manera de vender. Lo que hicimos fue dedicar más tiempo para conocer a los clientes.
Compartir un café con ellos y escuchar como era su vida, que les gustaría mejorar y después les ofrecíamos soluciones específicas.
Por ejemplo, recuerdo a una de las primeras clientes: llegó, entró y nos contó que le gusta la terraza de su casa y que recibe a muchos invitados ahí. Supimos también que algunos de sus huéspedes frecuentes eran niños.
Pues bien, fue a partir de ahí que comenzamos a proponer soluciones para mejorar ese momento de encuentro.

Le aconsejamos telas, muebles, accesorios, papel tapiz, todo lo que podía modificar ese espacio.
Lo que le ofrecíamos eran consejos absolutamente personalizados y adaptados a momentos de su vida.”

¿Al ser un servicio personalizado no es más trabajo? ¿Logra ser rentable?
“Es un trabajo diferente, pero eso es lo que nos caracteriza.
Por ejemplo, si un cliente quiere cambiar una zona de su casa, nosotros vamos, vemos cuales pueden ser las opciones y completamos esta información con lo que nos cuenta sobre lo que quiere, sus necesidades, su manera de utilizar ese espacio.
Lo que obtenemos actuando de esta manera es que el cliente se sienta seguro porque está recibiendo un buen asesoramiento.
Además, esto nos permite también ofrecer acabados de mayor calidad porque podemos fijarnos en los detalles.”

¿Qué pasa cuándo vas a una casa y no vendes nada?
“Al principio era frustrante, pensaba que el problema era yo pero después me tranquilicé y mantuve la confianza en mí misma.  Entendí que lo mejor que podía hacer era ofrecer y esforzarme para dar lo mejor como especialista y asesora.
Y digo esto porque al principio me pasó que un cliente no quiso nada y escogió otras soluciones con otros proveedores.
Al poco tiempo regresó a decirme que no le gustaba el resultado y que le ayude. Para mí ese fue un momento importante porque conseguí que el cliente valore la importancia del asesoramiento.
Desde ahí gané su confianza y se ha convertido en mi embajador!
Lo importante es ser sincero con los clientes así ellos también te dicen sin rodeos cual es su presupuesto, que es lo que ya tienen, que es lo que no quieren cambiar.
Y eso no es un problema, hay veces que con estas informaciones propongo pequeñas modificaciones porque es la mejor solución.
No trato nunca de vender por vender ni de vender de todo.
Con el tiempo, he notado que estos clientes regresan y de a poco van haciendo cambios y siempre me llaman porque están contentos de los resultados y porque ya se instauró la confianza.
Prácticamente se consigue una relación de amistad y un trato excelente.
Logro además que mis clientes me vean como una referencia en el campo de la decoración y a mi me gusta compartir con ellos y trabajar para ellos!”

¿Te ha pasado alguna vez que un cliente quede poco satisfecho del resultado?
“Por suerte no!
Hemos tenido problemas pero el éxito está en resolverlos. En una ocasión tuvimos un inconveniente, resolvimos la situación y el costo evidentemente lo asumimos nosotros.
Fue una excelente decisión porque el cliente quedó contento, regresó varias veces y además nos recomendó a otras personas.
El costo de la resolución del problema quedó cubierto con todos los trabajos adicionales que hemos hecho y seguimos haciendo juntos.”

¿Dejarías o delegarías la venta?
“No. Tratar directamente con el cliente te ayuda a aprender. Sabes que falla y que puedes mejorar.
El escuchar al cliente te permite identificar que servicios y que productos necesitas integrar en tu oferta. Lo considero más valioso que decidir importar por importar o ver que hace la competencia y tratar de copiar o diferenciarme sin tener en cuenta lo que quiere el cliente.”

¿Qué es para ti un cliente?
“Los clientes son personas que vienen a contarme su vida, sus historias. Es a raíz de estas situaciones que quieren realizar cambios.  😉
Las personas se abren y descubres gente lindísima y en la mayoría de los casos nace una buena relación.  A mi, me encantan mis clientes!
Ahora voy a pecar de vanidad. 😉 Los clientes regresan siempre y entran diciendo piropos.
Hace poco entró un niño con su mamá y  exclamó: “¡este lugar es mágico!”
Estas cosas son las más gratificantes y hacen también que busque siempre opciones nuevas que ofrecer, no me gusta decir “No, esto no se puede hacer”.

Y después de un momento Lourdes me mira y me dice: “pero todo esto, no lo podría hacer sola,  L’Etage es el resultado del trabajo de todo el equipo, de toda la familia”.

Historias de Tienda: Sel&Lumière un ambiente único donde venta es experiencia.

Sel et Lumiere Berenice Narvaez New Retail Experience Look

La historia de hoy es difícil de iniciar, es la historia de David, de una crepería y de sus clientes.
Por lo general, antes de escribir identifico las características interesantes que quiero evidenciar, es decir puntos concretos sobre como gestionar un punto de venta.
En esta ocasión se me complicó un poco…. Sel&Lumière es una crepería con un poco más de un año de vida, que cada vez tiene más clientes pero que son clientes fieles, diferentes entre ellos pero unidos por un hilo conductor.
Cada vez que entras en este lugar puedes conocer a un desconocido que dejará de serlo después de pocos minutos o simplemente encontrar a uno o  a varios de los “habitués”.
Es como llegar a la sala de tu casa.. una casa con una gran familia!!
Es complejo de explicar porque es un lugar que en su simplicidad consigue lo más difícil: crear un vínculo humano, una relación…
Sí, digo bien! Relaciones pero no de esas que se basan en “likes” y en “followers” más bien que se fundamentan en algo más auténtico: las relaciones en vivo y en directo entre seres humanos…
Y que creen… parece que funciona! Genera experiencia cliente y fideliza!
Un milagro en los tiempos actuales ya que no se basa en la tecnología… 😉

Cuando pregunté a David cual era su estrategia para crecer me dijo simplemente: el boca a boca… Y que creen? parece que esto también funciona!… 🙂

Pero hablando con él descubrí muchas cosas más…

Porqué decidiste abrir una crepería?
“Primero quisiera decir que la crepería es el resultado de un trabajo de equipo.
El esfuerzo y la esencia de cada una de las personas que trabaja aquí es lo que da vida a este lugar.
Los motivos para hacer crêpes fueron varios: aprendí a prepararlas cuando trabajaba en un restaurante francés en Alemania, es un plato que no genera desperdicio y que es siempre fresco.
Además, en Ecuador, con la cantidad de fruta y verdura que tenemos todo el año tenemos la opción de crear más variedad de crêpes.”

Cuando miro el lugar noto que hay pocas mesas respecto a su capacidad, porqué?
“Porque queríamos algo más íntimo más acogedor queríamos crear un ambiente, un lugar especial en la ciudad.
Y al mismo tiempo era una manera de tener todo bajo control porque nuestra cocina es tradicional, casera hecha al momento y preparar una crêpe toma su tiempo.
Uno de los grandes desafíos fue el de trabajar los tiempos para que los clientes no esperen demasiado… Y así y todo, con pocas mesas, nos costó tanto mejorar ese aspecto!
Una de las estrategias que adoptamos fue la de avisar a los clientes cuando hacían una reserva para un gran grupo de personas, explicándoles que tomaría tiempo preparar un plato diferente para cada uno y cuando llegan les aconsejamos en la elección.
Y de esta manera los clientes saben y entienden y no tenemos problemas desde ese punto de vista porque hemos anticipado.”

Viendo la aceptación que tiene el lugar se podría decir que están logrando crear este ambiente… Cómo consiguen esto?
(Riendo) “Porque soy conversón y hablo con mis clientes”

Y aquí llega la pregunta difícil: el alma del lugar eres tú? el equipo?
“Solo no podría hacer todo. Somos un equipo, estamos bien conectados. El alma del local somos todos juntos.”

Y nunca has encontrado dificultad en gestionar el personal?
“Somos todos seres humanos y cada uno con una vida propia con momentos buenos y momentos malos. Lo importante es la comunicación. Que nadie se guarde nada para evitar malos entendidos.”

Bien pero eso puede que no funcione siempre depende como sean las personas… cómo escoges a los miembros de tu equipo?
“Hablo con ellos, les invito a hacer una prueba para que vean si les gusta y ver como se integran con el grupo.
Trabajar aquí es difícil por la variedad de ritmos de trabajo: hay momentos muertos en los que no hay clientes, eso no quiere decir que no haya nada que hacer ;-), y hay momentos en los que estamos llenos y hay que correr… para esto las características necesarias son la paciencia y la actitud.”

Y para fidelizar a los clientes? Cómo lo consigues?
Los clientes son fieles a varias cosas: al lugar (ambiente), a la atención, a la comida, a la música… algunos se identifican con todos estos elementos algunos sólo con uno de ellos.
Lo que hacemos con todos es hacerles sentir persona, cada vez preguntamos que es lo que quieren, que es lo que le gusta y después damos nuestra opinión y consejo… iniciamos creando una relación.

Resumiendo: cada vez tienen más clientes, son fieles y el grupo de trabajo es unido… Cuál es el secreto del éxito?
“No me gusta la palabra éxito… qué quiere decir éxito?
Para mi es ya un éxito haber abierto el local y realizado este proyecto que me daba vueltas en la cabeza desde el 2007.
Yo lo que hago es llevar este proyecto como si fuera un hijo, le dedico las 24 horas (porque cuando estamos cerrados se realizan otros trabajos que no se ven)…
No actúo pensando en ganar dinero, actúo como padre que quiere ver que su hijo crezca.
Me gusta venir acá, es mi lugar, es mi juego.
Claro que el dinero es necesario pero no es el “reason why” de esta iniciativa.
Ya nos han contactado para hacer una franquicia.. y no queremos, este es un lugar que apunta a la calidad y no a la cantidad.
Lo que quiero es que se convierta en un lugar único, en un ambiente de referencia, porque es la manera de crear los vínculos con los clientes y que toda la gente que llega sepa a lo que viene.”

Y manteniendo la metáfora, cómo ves a tu hijo en el futuro?
“Me cuesta imaginar el futuro porque nunca se sabe. Lo que quiero es que sea siempre un lugar especial.
No se trata de ser el primero, no se trata de ser el mejor, se trata de ser siempre útil, que sirva de inspiración, de apoyo para otras personas.”

David estudió arqueología será por este motivo que para su actividad utilizó herramientas “de otros tiempos”: dar importancia al cliente, escucharlo para aconsejarlo de la mejor manera, ser siempre agradable  y ofrecer un buen cafe….

Sí…. porque como dice nuestro protagonista “a los clientes hay que mimarlos, entonces algunas veces tenemos un gesto, un detalle pero no siempre.. porque si es siempre ya no lo valoran y lo que buscamos también es sorprenderlos!” 🙂

Artículo publicado en America Retail Julio 2016.

7 Malas Ventas que no se pueden perdonar… 2ª parte.

7 malas ventas berenice Narvaez New Retail Experience.001-001

La semana pasada vimos tres casos de Malas Ventas, hoy les propongo otras cuatro situaciones….

4. Reciclar los productos devueltos.
En calidad de cliente, poder cambiar un objeto que hemos comprado, es un buen punto… pero atención…  si por un lado el cliente está contento por tener esta opción, no arruinemos esta oportunidad!!!

¿A qué me refiero?
Si el cliente cambia un objeto porque tiene un defecto de fabricación, no cometamos el error de ponerlo a la venta inmediatamente… y peor delante del cliente que está efectuando el cambio!

Si se trata de un cambio por algún otro motivo, podemos hacerlo, pero digamos al cliente que antes de ponerlo nuevamente en venta se hará un control, se le dará un embalaje nuevo, una limpieza.. de esta manera daremos mucho más valor a nuestro gesto comercial. (No se trata sólo decirlo pero de hacerlo también…)

Parecerá broma, pero esto sucedió en un bar…
Gracias Señor por el Whisky… el cliente comienza a berlo y le parece demasiado fuerte.
Señor está muy fuerte ¿me puede poner un poco más de agua?
Sí, no hay problema….
En ese momento el camarero versa parte del contenido del vaso del cliente en otra copa, agrega el agua y el cliente está satisfecho…. lo que no estuvo bien es que el contenido sobrante lo guardó y lo reutilizó para otro cliente.. opsss!!

5. Cobrar las comisiones bancarias por pago con tarjeta.
Las comisiones bancarias deben ser invisibles para el cliente… se puede tomar en cuenta este costo durante la elaboración del precio de venta, ponderando su peso en función del porcentaje de personas que pagan con tarjeta, con cheque o en efectivo.
Pero penalizar al cliente subiendo el precio cuando este comunica que pagará con tarjeta, si bien es común en algunos lugares.. no es lo mejor del punto de vista de experiencia de compra del cliente.
Y peor cuando el vendedor justifica este incremento como si fuera el IVA.
¡El IVA se paga independientemente del modo de pago!!!

Si de todas maneras se decide mantener esta política de precios, al menos informemos bien a los vendedores sobre las respuestas que dan… que no respondan cualquier cosa.
¿Cómo podrán mantener su credibilidad si responden de esta manera?
En la posición del cliente, ¿confiarían en una persona que responde así?
¿Le pedirían un consejo sobre el producto que buscan?

6. Encarecer un producto con costos adicionales.
Una de las técnicas de venta más utilizadas es partir del producto o servicio básico con un precio interesante y después conseguir aumentar el importe de la venta incluyendo accesorios, ofreciendo opciones sobre los materiales utilizados e incrementando los niveles de servicio.
Esto permite:
– llamar la atención del cliente gracias a un producto básico que puede utilizar pagando un precio interesante.
– incorporar productos adicionales a medida que se identifican las necesidades y la motivaciones del cliente.
Y esto funciona.

Lo que no funciona es comunicar el precio básico… y cuando el cliente está por pagar descubre que tiene que incluir el IVA.
El IVA también es dinero.. y si bien es cierto que en el ambiente B2B no se evidencia este aspecto, en el ambiente B2C es necesario hacerlo porque el consumidor final paga el precio completo. Es muy probable que no recupere este impuesto.
Pero puede ser peor todavía…. puede ocurrir por ejemplo, que una persona compre algo y después  de haber pagado, le digan: “si quiere que funcione tiene que comprar este producto adicional.”
El resultado es que el precio real del objeto aumenta y difícilmente el cliente se negará a comprar el producto adicional porque ya hizo la inversión inicial.
Pero este cliente se sentirá seguramente engañado...
Es posible que no tenga otra opción que la de comprar los productos adicionales pero seguramente es una política corto plazista porque ese cliente no regresará y no recomendará ese producto o ese punto de venta.

Hace unos días, me inscribí a un curso de fotografía. Dedicar mi tiempo libre a esta actividad me daba ilusión y además el curso tenía una buena reputación.
Costo del curso: 460$. Cuando me acerco a la caja para pagar me dicen: “515$, es el precio con IVA”
Pagado y facturado me dicen: “para poder seguir este curso tiene que comprar este libro: 15$”
A la primera lección nos dicen: “ahhh pero para poder trabajar con las fotos y hacer los trabajos que pedimos necesitan estos dos programas en su computadora.”  Sumo 10$ más…
Y después, siempre durante el curso, nos dicen: “cada semana tendrán que imprimir las fotos que son los trabajos que les enviará cada profesor. El costo total de las impresiones es de 160$”.  Y yo sumo…
Por cómo está organizado, no hay la opción de no pagar los productos adicionales…entonces la realidad es que el curso no cuesta 460$ sino 700$….
Es probable que frecuente el curso hasta el final, el reembolso me costaría 140$, pero la ilusión que tenía, la experiencia que estaba buscando desapareció….
¿Cómo cliente, en una situación de este tipo, recomendarían el curso?
¿Decidirían después tomar y pagar el nivel avanzado o irían a buscar otra alternativa?

7. No mantener las promesas de venta.
Conseguir cerrar la venta prometiendo cosas que el cliente pide: tiempos, horarios y condiciones de entrega, es positivo.
Para eso están estos instrumentos.
Lo que no funciona es prometer, cerrar la venta y no cumplir…

Y de nuevo les hago estas preguntas:
¿Cómo se sentirían en el lugar del cliente si les ofrecen una fecha de entrega que al final no se respeta?
¿Qué comentarían con sus compañeros y familiares? ¿Lo bueno del producto, lo malo del servicio o las complicaciones que esto ha generado?

Errores se pueden cometer muchos… pero cada vez que hablemos con un cliente, cada vez que tengamos una duda sobre cómo actuar, pensemos:
¿Si yo fuera el cliente, cómo me gustaría ser atendido?

7 Malas Ventas que no se pueden perdonar… 1ª parte.

7 malas ventas berenice Narvaez New Retail Experience.001-001En el mundo de las ventas es muy fácil cometer errores “sin querer” pero que pueden ser muy nocivos y graves desde el punto de vista del cliente.
¿Porqué digo “sin querer”?
Porque la  mayor parte de los clientes no va a interpretar una situación que lo perjudica o que disminuye la satisfacción de sus necesidades o que afecta el lado económico de su compra, como algo que se hizo “sin querer”.
Va automáticamente a pensar que es una estafa, una “tomadura de pelo”, que es poco transparente… en sustancia va a sentirse engañado y perderá la confianza.
Esto es fatal para cualquier actividad comercial porque además de perder al cliente, habremos ganado la mejor publicidad negativa…

Inútil detenernos sobre esta cifras ya conocidas:
– Cuesta 5 veces más conquistar un cliente nuevo que mantener uno existente.
– Un cliente satisfecho lo cuenta a dos personas uno insatisfecho a 10… y más aún ahora con las redes sociales! (fuente: www.marketing-professionnel.fr)

Veamos entonces estos 7 casos de malas ventas y algunos ejemplos de situaciones reales.
1. Aumentar un precio al momento de pagar.
Si un vendedor comunica un precio al cliente y a un cierto punto durante la venta – por lo general es cuando uno paga – resulta que el precio no es el correcto, es responsabilidad del vendedor.
De cara al cliente hay que mantener el precio que se le comunicó inicialmente.
Internamente: ver cómo mejorar la comunicación de los precios para evitar estos errores.

Esto pasó en una peluquería:
Buenas tardes… quisiera lavarme y cepillarme el pelo. ¿Es posible?
Sí sí no hay ningún problema, a ver déjeme verle..
OK y ¿cuánto va a costar?
9 USD
¿Es el precio final todo incluido?
Sí.
Al momento de pagar, la cajera pide 10$…
¡Cómo, su compañera me dijo 9$ !
No no. No es así mi compañera se equivocó.  Son 10$.

La diferencia de precio no es gran cosa, pero la sensación de “ser estafado” ya se apropió del cliente…
Para corregir este error habrá que invertir mucho más… siempre y cuando el cliente decida confiar de nuevo en estos vendedores…
¿Qué harían en el lugar del cliente? ¿Cómo se sentirían?

2. Dar al cliente un producto que no es lo que pidió.
Una vez que confirmamos con el cliente cuál es el producto que desea, ése es el que tenemos que entregar.
¿Qué pasa si al momento de ir a buscar ese artículo nos damos cuenta de que no lo tenemos?
Seamos transparentes.  Hablemos con nuestro cliente y presentemos una solución.
No tratemos de esconder ese problema entregando un producto diferente.
Es muy probable que el cliente se de cuenta.. y esto no le va a gustar, sobretodo si el precio aumenta respecto a lo que escogió.

Esto es lo que pasó en un restaurante…
¿Me da la carta de vinos por favor?... Los vinos indicados varían de 22$ a 90$.
Me da esta botella por favor (una de 32$).
Debía hacer una elección basada en una buena relación calidad/precio.
No, esa ya no tenemos…
Me da ésta entonces (otra de 32$)
No, tampoco tenemos esa…
Me dice entonces que botellas de 32$ le quedan?
Esta.
OK entonces una de estas.
Al recibir la botella, el cliente verifica el viñedo y el productor… era la información que había memorizado.
Al momento de probar, le parece un óptimo vino, cosa que le sorprende un poco respecto al precio.
Cuando quiso ordenar la segunda botella, pidió confirmación para ver que sea efectivamente la botella de 32$ que pidió……
No.. le traje otra porque no teníamos esa….
Y ¿cuánto cuesta la que trajo?…
– 75 USD
– ¿Cómo se permite hacer un cambio de este tipo? ¿Cuánto va a cobrar por la botella?
– 75$ yo no puedo cambiar los precios.
Horror!!!! Error inaceptable…..
¿Qué es lo que pasó?
Del punto de vista del vendedor puede haber sido un error…
Del punto de vista del cliente, el vendedor pensó que el grupo no se daría cuenta y aprovechó de la situación  sirviendo una botella más cara…
¿Cómo se sentirían en el lugar del cliente?
¿Cuál sería su reacción como cliente?

3. Dar una cantidad inferior a la indicada.
Como vendedores, verificamos siempre que el cambio que damos a los clientes sea correcto ¿verdad?
Pues bien, como vendedores debemos también verificar que las cantidades que damos correspondan a las que indicamos.
Es una de las responsabilidades que tenemos cuando trabajamos en un Punto de Venta y es uno de los aspectos que diferencia un vendedor de un despachador.
¿Qué pasa, si en una farmacia – donde el factor confianza es importante porque se venden medicinas – me doy cuenta, como cliente, que me están dando menos pastillas de las indicadas en la caja?
Como cliente pienso:
– Primero: ¡no es posible que uno tenga que controlar todo!
– Segundo: ¡qué deshonestos, para ganarse unos “dolaritos” entregan una cantidad inferior!
– Tercero: ¡son unos estafadores!
Pero la situación no se acaba ahí.
Al indicar al vendedor que faltan pastillas, él lo que hace es sacar las faltantes de otra caja expuesta que después volvió a colocar en su lugar!!
Triste decirlo, pero el próximo cliente será el afectado….

Y de nuevo pregunto: ¿Cómo se sentirían en el lugar del cliente?

En los próximos días, veremos las 4 malas ventas faltantes.. ¡buena lectura!

 Artículo publicado en America Retail en Octubre 2014.

El Punto de Venta y la Afluencia

Afluencia New Retail Experience Berenice NarvaezUn paso más en la cooperación con las diferentes organizaciones para hacer Retail.
Esta vez con la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana, para hablar sobre las estrategias que se pueden aplicar en un Punto de Venta para controlar y optimizar la afluencia de clientes.

El Punto de Venta y la Afluencia

Buena lectura!

Rayuela: un juego para niños, una novela de Julio Cortázar, una librería mágica.

La rayuela 3Hoy tengo una cita con Mónica, en la librería Rayuela.
Es un lugar que conocí hace varios meses y que me gustó mucho por la energía que sentí ahí y por cómo me acogieron como cliente.

Es por esto que pedí a Mónica, la propietaria, si podía contarme su experiencia de “tendera” y de como había conseguido crear este lugar.

 

Cuando llegué me saludó, estaba ocupada en ese momento pero una de las personas de su equipo tomó en mano la situación y me acompañó a la zona donde se encuentra la cafetería. Me ofreció un café y mientras esperaba me puse a hojear algunos de los libros que estaban expuestos en esta zona.

A los pocos minutos, Mónica llegó y me presentó a su hermana y socia. Con gran naturalidad comenzamos a hablar de otros temas, olvidándonos prácticamente del motivo inicial de nuestra cita. 🙂
Finalmente decidimos acomodarnos en otro ángulo de la librería, cerca de la entrada donde hay un sofá que te hace sentir como si estuvieras en la sala de tu casa y comenzamos nuestro viaje en el tiempo.

BN: ¿Cómo fue que decidiste abrir una librería?
MV: Al principio, vender un libro a lectores que vinieran expresamente a mi local no era mi objetivo. Yo trabajaba ya con libros pero para una editorial.

Con su manera de hablar, rica de detalles, no me costó mucho imaginar como fue el inicio: una pequeña oficina por la Plaza de Toros con una mesita simple, dos sillas viejas, una máquina de escribir eléctrica de esas enormes y con el teléfono asentado en una canasta de plástico volteada para que sirviera de mesita de apoyo.
Desde ahí se gestionaban los pedidos de libros para las librerías.

Un día debían entregar unos 20 libros a un Club de Lectura y Mónica al verificar el pedido, se dio cuenta de que faltaban siete.
¿Qué pasó?” preguntó a sus dos colaboradores y la respuesta fue que algunas personas que habían pasado por ahí habían visto los libros, les gustó y los compraron.
En ese momento pensó que se podían vender libros a las personas que venían a su oficina y es así que decidió armar una pequeña exhibición no sólo con libros de filosofía y política pero incluyendo también novelas y literatura infantil.
Lo que hizo después fue modificar la decoración y la disposición en esta oficina basándose en el Feng Shui. El lugar se transformó, se volvió más bonito y acogedor.

Cuando llegaban los clientes ella salía de la bodega donde trabajaba y atendía a las personas.
Rápidamente notó que le gustaban dos cosas: el contacto cotidiano con las personas y que cada una de ellas saliera feliz porque había encontrado un libro.
La actividad fue creciendo y al poco tiempo surgió la necesidad de poner un letrero para que se identificara el lugar y fue así que la tienda nació y se llamó Servicios Libreros.

Cuatro años más tarde, se mudaron a un lugar más central.
Mónica, que para ese entonces se asoció con otra persona, alquiló un lugar cerca de la Plaza Argentina.
Tenía todo planificado, había tomado acuerdos con la propietaria para realizar algunas modificaciones.
Con lo que no había contado era con su vecina: una señora de 125 mil años que cambiaba los candados, dificultaba el ingreso de los clientes y que no le dejó utilizar el jardín de la entrada para poder arreglarlo y tener un acceso directo desde la calle.
Fueron dos años duros en los que una vez más Mónica tuvo que utilizar su creatividad e ingenio para seguir adelante con su proyecto.

Su creatividad también le sirvió para organizar a su equipo.. en esa época eran 12 personas y el lugar era pequeño, había que optimizar la utilización de los espacios comunes.
¿Un ejemplo? El único baño disponible. Todo estaba pensado y organizado para que esté siempre perfecto.
Y aquí Monica comparte con nosotros una perla de sabiduría: “el baño es lo que tú quieres que sea tu empresa”.

Pronto quiso cambiarse de lugar pero aprendiendo la lección, lo que quería era comprar un local para poder invertir y transformarlo exactamente en lo que ella imaginaba ¡un sitio súper acogedor!
La búsqueda fue larga porque los recurso económicos para poder realizar esta compra eran limitados.
Fue durante un almuerzo familiar en su casa que surgió la ideal genial!!!!
Su sobrino arquitecto le propuso utilizar la planta baja de la casa donde estaban… Y así fue, la planta baja se transformó…. se botaron muros, se pusieron repisas y así comenzó: un lugar lleno de libros pero al mismo tiempo vacío comparado con lo que es al día de hoy.
¿La diferencia? Hoy día este lugar ya no tiene sólo libros tiene su historia, esa historia que se va construyendo poco a poco con el tiempo.

Su familia ha jugado un papel especial en esta transformación… su sobrino y una de sus hijas se dedicaron más a la parte comunicación y marketing y fueron ellos los que propusieron el cambio de nombre de la librería: Servicios libreros no era lo ideal.
Las sugerencias y las ideas fueron varias hasta que por fin se llegó al color que identificaría al punto de venta: el verde y al nombre: Rayuela.
¿Por qué Rayuela?  Porque la historia de la librería era como un juego, un juego de creatividad para seguir avanzando.
Trabajar con la familia no es siempre fácil y al preguntarle cómo gestionaba esto llegó otra perla: trabajábamos juntos, con respeto mutuo por lo que cada uno de nosotros sabe hacer bien.

BN: ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
MV:  Hacer los pedidos de los libros y atender al cliente.
Los pedidos porque gracias a la tecnología se puede seleccionar mucho mejor. 
Antes habían catálogos con el título, el nombre del autor y el número de páginas. 
Hoy, puedo consultar el contenido del libro, lo que me permite aprender más y escoger mejor.
Además me puedo informar mejor sobre los libros y autores que me piden los clientes y de esta manera introducir autores y libros nuevos que quizás no hubiera descubierto si no hubiera hablado con mis clientes.

Aquí vuelve a aparecer el apoyo de la familia: su segunda hija es una especialista en libros y le encanta buscar e informarse sobre este tema.
Claro, esto implica estar en contacto con varios proveedores.
¿Y la relación con ellos?  “Tengo una excelente relación con mis proveedores, es una relación que se basa  en la consideración y en el respeto. He conseguido hacerme un lugar a pesar de ser un cliente pequeño respecto a las cadenas presentes en le mercado.

Y el éxito de estas relaciones las basa en la confianza mutua y en el valor de la palabra dada, del compromiso….. Y con esto agregamos otra perla. 🙂

Casi inmediatamente podremos sumar una más, porque mientras describía su relación con los proveedores, lo que mencionó fue que cuando surgía algún problema lo contaba y lo anticipaba a sus proveedores de esta manera se podía encontrar una solución conjunta.

Cuando comenzó a explicarme porque le gustaba atender a los clientes, lo primero que me dijo es que cada vez que hablaba con un cliente aprendía algo nuevo. Pero esto no es todo. Atender a un cliente es descubrir una persona diferente cada vez, porque cada uno tiene su sensibilidad, su inteligencia y su proprio gusto por los libros.

“Por este motivo hay que hablar con los clientes, preguntarles que tipo de libros leen para poder proponer un título que les pueda gustar.” Podemos añadir una perla más…
“Mi objetivo es que cada cliente salga con un libro y con la sensación de haber pasado un momento agradable.
Pero no hacer que salga con cualquier libro… mi filosofía no es “vender el oro y el moro” lo que yo busco son clientes fieles, mejor que compren poco pero que regresen frecuentemente.”

Mónica, evidencia otro aspecto de la relación con el cliente: la ética (¡otra perla!)
“El cliente es un ser humano, cuando entra para comprar un libro nos volvemos cómplices de sus sentimientos. La librería es un espacio donde el cliente se abre, cuenta sus cosas, quizás pida un libro para resolver un problema delicado o quizás sobre un tema tabú al cual tiene que confrontarse.
También hay que saber decir a un cliente: este libro no te lo recomiendo por este y este motivo. En ese momento ganamos la confianza del cliente, dejamos de ser vendedores para convertirnos en consejeros.”

BN: ¿Y el surtido? Con la cantidad de libros que existen es imposible tener todo. ¿Cómo gestionas esto?
MV: Yo hago el surtido en función de lo que me piden mis clientes, si quieren un libro específico lo voy a buscar y lo voy  a pedir.. quizás se demore un poco porque si hay que hacerlo llegar del extranjero haré lo posible para disminuir los costos del transporte.

Para completar la selección de libros debes estar informado sobre las tendencias, lo que pasa en el mundo entero en todos los ámbitos.

Hay otra cosa importante el surtido y la disposición de los libros en la librería. Lo que hay que conseguir es que cuando un cliente busca algo sobre un tema específico, los libros que están al lado le puedan “coquetear” es decir que puedan ser temas complementarios.

BN: ¿Y qué pasa con el aumento de las ventas por Internet?
MV: Sí, hay clientes que compran por internet pero también hay clientes que prefieren venir a la librería por la atención que recibenY esta respuesta es otra perla.

Me explicó que haciendo que el lugar sea agradable y ofreciendo un buen servicio lo que consiguió fue que cada cliente se apropiara del lugar, que lo sintiera suyo y que disfrutara de un momento y de un lugar agradables.

Es por este motivo que se realizan constantemente actividades culturales: charlas, lectura de poesía, presentaciones… para ofrecer algo más.

BN: ¿Proyectos para el futuro?
MV: Desarrollar más actividades para que la gente venga a compartir una experiencia nueva. 

¡Qué felices serían los clientes y los vendedores si en todos los almacenes se aplicaran estas perlas que Mónica nos transmitió!

Espero que esta historia de tienda pueda servir de fuente de inspiración a grandes y pequeños “tenderos”.

A mí, no me queda otra cosa que agradecer a Mónica por su tiempo y por el placer de hablar con ella cada vez que la vengo a visitar. 🙂

Si quieres descubrir tú mismo este lugar acércate a Librería Rayuela que se encuentra en la calle Germán Alemán E12-62 y Juan Ramírez – Quito.

¡Nosotros creamos la Experiencia Cliente!

Experiencia cliente new retail experienceEs el tema del seminario que realizamos a principios de octubre con 15 guías turísticos aquí en Quito, en concomitancia con el día internacional de la Experiencia Cliente.
Los objetivos eran varios:
      – Compartir y enriquecerse gracias a la experiencia de todos
      – Identificar momentos para crear Experiencia Cliente
      – Identificar acciones para crear Experiencia Cliente.

La presencia fue el primer elemento motivador: 100% de los inscritos asistieron a pesar de no tener ninguna obligación!! 🙂

El tiempo dedicado fue el segundo indicador positivo: el nivel de interés y de participación fue tal que las horas volaron y nos alargamos un poquito más!!!

Los planes de acción elaborados por los participantes son los próximos pasos para conseguir una mejor experiencia cliente…

Y que el auditorio pidiera el “BIS”…. será la ocasión para profundizar y compartir las mejores prácticas…

Yo, me quedo con lo que aprendí sobre el mundo del turismo… (fue como estar en un backstage) y con el entusiasmo que demostraron todos los participantes. 🙂

¡Fue una excelente experiencia!
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