El Sales Coaching: un instrumento para incrementar las ventas.

Berenice Narvaez Sales coaching New Retail ExperienceEn el contexto comercial, utilizar herramientas como el coaching para incrementar la motivación y el nivel de compromiso de los vendedores es importante ya que de esta manera, las probabilidades de alcanzar los objetivos son más altas.
Según un estudio publicado por Salesforce, la aplicación del sales coaching se traduce en un incremento promedio del facturado del 17%.
En retail, por ejemplo, los parámetros con mayor impacto en el facturado son: el converting rate, el precio medio por ticket y el número de artículos vendidos por ticket. Los mismos se pueden adaptar a un ambiente B2B y en ambos casos, la combinación ponderada de estos indicadores nos permite mejorar la calidad de la venta.
Gracias al sales coaching se estimula al vendedor para que deje de ser reactivo y pase a ser proactivo, es decir que sepa instaurar un diálogo, manejar objeciones, detectar necesidades y motivaciones del cliente y proponer soluciones adecuadas, consiguiendo así cerrar más ventas.
Sin embargo, para lograr esta transformación es crucial establecer una comunicación entre los vendedores y la persona que los lidera, significa dedicarles tiempo, programar momentos de encuentro, planificar acciones para alcanzar objetivos comunes y construir un vínculo basado en la confianza.
Las metas del sales coaching – más allá de incrementar las ventas – son las de conseguir que cada vendedor se responsabilice y se comprometa con la empresa ya que tiene un impacto a nivel de satisfacción del cliente y de fidelización del mismo.
Numerosos estudios confirman esta relación, es así que happy.co.uk evidencia como el nivel de compromiso influye en el nivel de satisfacción del cliente. Empresas con vendedores comprometidos alcanzan un nivel de satisfacción del cliente equivalente al 70% mientras que en aquellas con empleados que no se sienten involucrados, el nivel de satisfacción llega al 17%.
Según el Customer Experience Impact Report 2011 publicado por RightNow, el 89% de los clientes cambian de proveedor porque no están satisfechos con el servicio al cliente.
La realización de los objetivos y el compromiso con los diferentes actores no se obtienen con un aumento de sueldo o de manera automática, son actitudes que se alcanzan gracias al sales coaching y que en la mayoría de casos no requieren una inversión alta más bien necesita “simplemente” un cambio en la manera de trabajar y de guiar a los colaboradores.

Artículo publicado en Revista Ekos - Marzo 2016.

¿QUIÉN ESTÁ FRENTE AL CLIENTE EN EL MOMENTO DE LA VERDAD?

En esta ocasión propongo realizar un viaje que inicia en las oficinas centrales de una cadena – que llamaré Support Office (para reflexionar sobre la razón de ser de una “Oficina Central” cuando se habla de Retail) – y que termina en los Puntos de Venta.

Puede parecer un viaje simple pero algo extraño pasa en el camino… veamos porqué…
En el Support Office hay un equipo de personas especializadas que trabajan, planifican y definen objetivos y por lo general definen las metas en función de lo que establezca la Dirección General: ¡Aumentar la rentabilidad!
Cada departamento entonces escogerá caminos diferentes para realizar este objetivo.

RRHH:
– Menos personal en los Puntos de Venta
– Salario mínimo (igual que un portero o un mensajero…)
– Formación: se realizaran los cursos más baratos, es un costo
– ¿Motivación? …. ¡Ya se les ofrece las comisiones!

Finanzas:
– No quiero más facturado quiero mejor margen
– Diferencias de inventario más bajas
– Mejor rentabilidad al m2

Comercial:
– Incrementar el facturado
– Diferenciación de la competencia (aquí el viaje se hace interesante: ya que si se basa en una política de descuentos sin límite, el facturado no aumenta y probablemente el Director Financiero no esté contento ya que él pide margen…)
– Generar más tráfico en el PdV y un sistema para fidelizar a los Clientes
– Mayor productividad por vendedor.

Marketing:
– Ofrecer una atención al cliente excelente
– Mejorar los resultados de los mistery shopper
– Incrementar el indice de satisfacción de los clientes

Merchandising:
Para reducir costos será igual para todos los Puntos de Venta y lo instalarán directamente los vendedores.

Producto:
– No habrá producto nuevo hasta que no vendan lo que ya tienen
– Ninguna garantía para los clientes
– Política de precios: “como vendo poco mejor precios altos.
– Productos rotos y robados se descuentan al personal y si los rompe el cliente se le cobra.

Logística:
Reducción de la frecuencia de envío de mercadería a los Puntos de Venta.

 ¿Y en el Punto de Venta?  ¿Qué impacto tienen estas decisiones?

Primero notemos que todas y cada una de las decisiones tomadas por especialistas del Support Office las concretiza, realiza o gestiona una persona bien precisa: ¡el vendedor!

Y aquí comienza otra fase del viaje, veremos cómo cada objetivo que nace en el Support Office se concretiza gracias a lo que el vendedor hace allá…. en el Punto de Venta.

Vendedor – RRHH:
Gestiona horarios para garantizar buena atención al público y no perder ventas.
– Decide esforzarse y responsabilizarse 
sintiéndose poco valorado por la empresa.
Prioriza y decide autónomamente.
La actividad del vendedor es variada, debe: acoger y atender al cliente, vender, solucionar, informar, formarse, recibir producto, pasar pedidos, limpiar… debe priorizar.
Dedica tiempo extra para la formación
. La formación tiene sentido para la empresa y para los vendedores sólo si es un instrumento para alcanzar un objetivo comercial o profesional que sea preciso y medible.
Utiliza su “intuición” para vender y conseguir las comisiones. Supera su frustración si no sabe como hacerlo.

Vendedor – Finanzas:
Adopta un enfoque económico y concretiza los objetivos financieros
Gestiona inventarios y flujos de producto.
Optimiza 
los espacios y la exposición del producto.

Vendedor – Comercial:
Domina las técnicas de venta, de gestión de las objeciones, de identificación de las necesidades y motivaciones de cada cliente.
Conoce los argumentarios
de cada producto o servicio.
Ofrece
servicio y atención de calidad.
Crea una relación con el cliente para fidelizarlo
, consigue que el cliente regrese porque sabe que encontrará al vendedor que ya conoce.
– No se limita a realizar los objetivos establecidos pero los supera.
Aplica técnicas y adopta procesos
para que cada vendedor sea más productivo.

Vendedor – Marketing:
– Es empático y agradabledisfruta cuando está con los clientes, proponiendo productos, ofreciendo soluciones o haciendo un seguimiento.
Identifica las áreas de mejora y potencia las que ya son positivas.
Consigue que los clientes salgan siempre satisfechos y no resignados.
Instala la comunicación en el punto de venta y la utiliza cuando es oportuno.
Representa la imagen de la marca.

Vendedor – Producto:
– Prioriza identifica los productos que conviene venderhace los pedidosrecoge información sobre lo que quiere el cliente, mantiene un stock óptimo: ni mucho ni poco.
Gestiona las quejas relacionadas a productos defectuosos.
Ofrece una solución en función de las necesidades del cliente y de los beneficios de cada productoNo da el producto más barato o propone siempre el más caro.
Aplica técnicas procesos para evitar los robos.

Vendedor – Logística:
Gestiona con el cliente la “no disponibilidad” de un producto específico en un momento específico para no perder la venta.

En la última etapa del viaje,  es decir cuando el vendedor está frente al cliente, cada “acción” o cada “no acción” tiene un impacto directo sobre el cliente.

¡Este es el momento de la verdad!

Es el momento de la verdad para cada departamento…. Los objetivos de cada uno de ellos dependen en gran parte de lo que haga o no haga, de lo que diga o no diga,  de lo que sepa o no sepa, de lo que sienta o no sienta el vendedor.

Es por este motivo que las Oficinas Centrales deben ofrecer un soporte concreto a las personas que están en primera línea.

¿No llama la atención el hecho de tener especialistas en el Support Office y personas en los puntos de venta que no tienen una formación profesional, que no gozan de ningún reconocimiento y a las que no se quiere o no se sabe fidelizar? 

Ahí, en el Punto de Venta, justamente dónde se concretizan los resultados. 

¿Cómo es posible que teniendo ejemplos en todo el mundo de empresas de éxito en las cuales el vendedor es una figura esencial, hoy todavía no sea un fenómeno generalizado?

¡No dando importancia al vendedor, estamos simplemente perdiendo ventas, margen, clientes… estamos perdiendo nuestro futuro, nuestra presencia en el mercado, estamos acortando nuestro viaje!

Artículo publicado en America Retail - Febrero 2015.

 

 

 

7 Malas Ventas que no se pueden perdonar… 2ª parte.

7 malas ventas berenice Narvaez New Retail Experience.001-001

La semana pasada vimos tres casos de Malas Ventas, hoy les propongo otras cuatro situaciones….

4. Reciclar los productos devueltos.
En calidad de cliente, poder cambiar un objeto que hemos comprado, es un buen punto… pero atención…  si por un lado el cliente está contento por tener esta opción, no arruinemos esta oportunidad!!!

¿A qué me refiero?
Si el cliente cambia un objeto porque tiene un defecto de fabricación, no cometamos el error de ponerlo a la venta inmediatamente… y peor delante del cliente que está efectuando el cambio!

Si se trata de un cambio por algún otro motivo, podemos hacerlo, pero digamos al cliente que antes de ponerlo nuevamente en venta se hará un control, se le dará un embalaje nuevo, una limpieza.. de esta manera daremos mucho más valor a nuestro gesto comercial. (No se trata sólo decirlo pero de hacerlo también…)

Parecerá broma, pero esto sucedió en un bar…
Gracias Señor por el Whisky… el cliente comienza a berlo y le parece demasiado fuerte.
Señor está muy fuerte ¿me puede poner un poco más de agua?
Sí, no hay problema….
En ese momento el camarero versa parte del contenido del vaso del cliente en otra copa, agrega el agua y el cliente está satisfecho…. lo que no estuvo bien es que el contenido sobrante lo guardó y lo reutilizó para otro cliente.. opsss!!

5. Cobrar las comisiones bancarias por pago con tarjeta.
Las comisiones bancarias deben ser invisibles para el cliente… se puede tomar en cuenta este costo durante la elaboración del precio de venta, ponderando su peso en función del porcentaje de personas que pagan con tarjeta, con cheque o en efectivo.
Pero penalizar al cliente subiendo el precio cuando este comunica que pagará con tarjeta, si bien es común en algunos lugares.. no es lo mejor del punto de vista de experiencia de compra del cliente.
Y peor cuando el vendedor justifica este incremento como si fuera el IVA.
¡El IVA se paga independientemente del modo de pago!!!

Si de todas maneras se decide mantener esta política de precios, al menos informemos bien a los vendedores sobre las respuestas que dan… que no respondan cualquier cosa.
¿Cómo podrán mantener su credibilidad si responden de esta manera?
En la posición del cliente, ¿confiarían en una persona que responde así?
¿Le pedirían un consejo sobre el producto que buscan?

6. Encarecer un producto con costos adicionales.
Una de las técnicas de venta más utilizadas es partir del producto o servicio básico con un precio interesante y después conseguir aumentar el importe de la venta incluyendo accesorios, ofreciendo opciones sobre los materiales utilizados e incrementando los niveles de servicio.
Esto permite:
– llamar la atención del cliente gracias a un producto básico que puede utilizar pagando un precio interesante.
– incorporar productos adicionales a medida que se identifican las necesidades y la motivaciones del cliente.
Y esto funciona.

Lo que no funciona es comunicar el precio básico… y cuando el cliente está por pagar descubre que tiene que incluir el IVA.
El IVA también es dinero.. y si bien es cierto que en el ambiente B2B no se evidencia este aspecto, en el ambiente B2C es necesario hacerlo porque el consumidor final paga el precio completo. Es muy probable que no recupere este impuesto.
Pero puede ser peor todavía…. puede ocurrir por ejemplo, que una persona compre algo y después  de haber pagado, le digan: “si quiere que funcione tiene que comprar este producto adicional.”
El resultado es que el precio real del objeto aumenta y difícilmente el cliente se negará a comprar el producto adicional porque ya hizo la inversión inicial.
Pero este cliente se sentirá seguramente engañado...
Es posible que no tenga otra opción que la de comprar los productos adicionales pero seguramente es una política corto plazista porque ese cliente no regresará y no recomendará ese producto o ese punto de venta.

Hace unos días, me inscribí a un curso de fotografía. Dedicar mi tiempo libre a esta actividad me daba ilusión y además el curso tenía una buena reputación.
Costo del curso: 460$. Cuando me acerco a la caja para pagar me dicen: “515$, es el precio con IVA”
Pagado y facturado me dicen: “para poder seguir este curso tiene que comprar este libro: 15$”
A la primera lección nos dicen: “ahhh pero para poder trabajar con las fotos y hacer los trabajos que pedimos necesitan estos dos programas en su computadora.”  Sumo 10$ más…
Y después, siempre durante el curso, nos dicen: “cada semana tendrán que imprimir las fotos que son los trabajos que les enviará cada profesor. El costo total de las impresiones es de 160$”.  Y yo sumo…
Por cómo está organizado, no hay la opción de no pagar los productos adicionales…entonces la realidad es que el curso no cuesta 460$ sino 700$….
Es probable que frecuente el curso hasta el final, el reembolso me costaría 140$, pero la ilusión que tenía, la experiencia que estaba buscando desapareció….
¿Cómo cliente, en una situación de este tipo, recomendarían el curso?
¿Decidirían después tomar y pagar el nivel avanzado o irían a buscar otra alternativa?

7. No mantener las promesas de venta.
Conseguir cerrar la venta prometiendo cosas que el cliente pide: tiempos, horarios y condiciones de entrega, es positivo.
Para eso están estos instrumentos.
Lo que no funciona es prometer, cerrar la venta y no cumplir…

Y de nuevo les hago estas preguntas:
¿Cómo se sentirían en el lugar del cliente si les ofrecen una fecha de entrega que al final no se respeta?
¿Qué comentarían con sus compañeros y familiares? ¿Lo bueno del producto, lo malo del servicio o las complicaciones que esto ha generado?

Errores se pueden cometer muchos… pero cada vez que hablemos con un cliente, cada vez que tengamos una duda sobre cómo actuar, pensemos:
¿Si yo fuera el cliente, cómo me gustaría ser atendido?

7 Malas Ventas que no se pueden perdonar… 1ª parte.

7 malas ventas berenice Narvaez New Retail Experience.001-001En el mundo de las ventas es muy fácil cometer errores “sin querer” pero que pueden ser muy nocivos y graves desde el punto de vista del cliente.
¿Porqué digo “sin querer”?
Porque la  mayor parte de los clientes no va a interpretar una situación que lo perjudica o que disminuye la satisfacción de sus necesidades o que afecta el lado económico de su compra, como algo que se hizo “sin querer”.
Va automáticamente a pensar que es una estafa, una “tomadura de pelo”, que es poco transparente… en sustancia va a sentirse engañado y perderá la confianza.
Esto es fatal para cualquier actividad comercial porque además de perder al cliente, habremos ganado la mejor publicidad negativa…

Inútil detenernos sobre esta cifras ya conocidas:
– Cuesta 5 veces más conquistar un cliente nuevo que mantener uno existente.
– Un cliente satisfecho lo cuenta a dos personas uno insatisfecho a 10… y más aún ahora con las redes sociales! (fuente: www.marketing-professionnel.fr)

Veamos entonces estos 7 casos de malas ventas y algunos ejemplos de situaciones reales.
1. Aumentar un precio al momento de pagar.
Si un vendedor comunica un precio al cliente y a un cierto punto durante la venta – por lo general es cuando uno paga – resulta que el precio no es el correcto, es responsabilidad del vendedor.
De cara al cliente hay que mantener el precio que se le comunicó inicialmente.
Internamente: ver cómo mejorar la comunicación de los precios para evitar estos errores.

Esto pasó en una peluquería:
Buenas tardes… quisiera lavarme y cepillarme el pelo. ¿Es posible?
Sí sí no hay ningún problema, a ver déjeme verle..
OK y ¿cuánto va a costar?
9 USD
¿Es el precio final todo incluido?
Sí.
Al momento de pagar, la cajera pide 10$…
¡Cómo, su compañera me dijo 9$ !
No no. No es así mi compañera se equivocó.  Son 10$.

La diferencia de precio no es gran cosa, pero la sensación de “ser estafado” ya se apropió del cliente…
Para corregir este error habrá que invertir mucho más… siempre y cuando el cliente decida confiar de nuevo en estos vendedores…
¿Qué harían en el lugar del cliente? ¿Cómo se sentirían?

2. Dar al cliente un producto que no es lo que pidió.
Una vez que confirmamos con el cliente cuál es el producto que desea, ése es el que tenemos que entregar.
¿Qué pasa si al momento de ir a buscar ese artículo nos damos cuenta de que no lo tenemos?
Seamos transparentes.  Hablemos con nuestro cliente y presentemos una solución.
No tratemos de esconder ese problema entregando un producto diferente.
Es muy probable que el cliente se de cuenta.. y esto no le va a gustar, sobretodo si el precio aumenta respecto a lo que escogió.

Esto es lo que pasó en un restaurante…
¿Me da la carta de vinos por favor?... Los vinos indicados varían de 22$ a 90$.
Me da esta botella por favor (una de 32$).
Debía hacer una elección basada en una buena relación calidad/precio.
No, esa ya no tenemos…
Me da ésta entonces (otra de 32$)
No, tampoco tenemos esa…
Me dice entonces que botellas de 32$ le quedan?
Esta.
OK entonces una de estas.
Al recibir la botella, el cliente verifica el viñedo y el productor… era la información que había memorizado.
Al momento de probar, le parece un óptimo vino, cosa que le sorprende un poco respecto al precio.
Cuando quiso ordenar la segunda botella, pidió confirmación para ver que sea efectivamente la botella de 32$ que pidió……
No.. le traje otra porque no teníamos esa….
Y ¿cuánto cuesta la que trajo?…
– 75 USD
– ¿Cómo se permite hacer un cambio de este tipo? ¿Cuánto va a cobrar por la botella?
– 75$ yo no puedo cambiar los precios.
Horror!!!! Error inaceptable…..
¿Qué es lo que pasó?
Del punto de vista del vendedor puede haber sido un error…
Del punto de vista del cliente, el vendedor pensó que el grupo no se daría cuenta y aprovechó de la situación  sirviendo una botella más cara…
¿Cómo se sentirían en el lugar del cliente?
¿Cuál sería su reacción como cliente?

3. Dar una cantidad inferior a la indicada.
Como vendedores, verificamos siempre que el cambio que damos a los clientes sea correcto ¿verdad?
Pues bien, como vendedores debemos también verificar que las cantidades que damos correspondan a las que indicamos.
Es una de las responsabilidades que tenemos cuando trabajamos en un Punto de Venta y es uno de los aspectos que diferencia un vendedor de un despachador.
¿Qué pasa, si en una farmacia – donde el factor confianza es importante porque se venden medicinas – me doy cuenta, como cliente, que me están dando menos pastillas de las indicadas en la caja?
Como cliente pienso:
– Primero: ¡no es posible que uno tenga que controlar todo!
– Segundo: ¡qué deshonestos, para ganarse unos “dolaritos” entregan una cantidad inferior!
– Tercero: ¡son unos estafadores!
Pero la situación no se acaba ahí.
Al indicar al vendedor que faltan pastillas, él lo que hace es sacar las faltantes de otra caja expuesta que después volvió a colocar en su lugar!!
Triste decirlo, pero el próximo cliente será el afectado….

Y de nuevo pregunto: ¿Cómo se sentirían en el lugar del cliente?

En los próximos días, veremos las 4 malas ventas faltantes.. ¡buena lectura!

 Artículo publicado en America Retail en Octubre 2014.

Sí, me interesa pero…….

Objeciones New Retail Experience Berenice Narvaez¿Cuántas veces nos ha pasado que un cliente nos dijera:
Sí, pero…”?

Puede ser que nos haya sucedido al principio de nuestra venta o quizás después de haberle enseñado o presentado nuestros productos y servicios o cuando ya pensábamos estar a un paso de concretar la venta…

La respuesta por parte del Cliente: Sí, pero….  nos coloca frente a una objeción y es un momento crucial para un vendedor.

 

Es el momento en el cual:
no debemos abandonar la venta, esta frase no quiere decir que no esté interesado pero que necesita más argumentos para poder tomar una decisión.
– se hará la diferencia entre un vendedor preparado y uno que no lo esté. El preparado tendrá mayor posibilidades de cerrar la venta y el que no, puede tener la seguridad de que el cliente no saldrá con el producto.

El resultado, una vez más depende en gran parte de nosotros mismos.

Sin embargo, podemos tomar la objeción como una oportunidad!
El cliente nos está manifestando una duda, no se ha quedado con esta idea en su cabeza, nos la comunica, esto quiere decir que está buscando que le demos más seguridad para que pueda decidirse a comprar.

Este es el momento exacto en el que debemos valorar aún más nuestra propuesta comercial. Nosotros como vendedores debemos estar preparados para gestionar este momento de incertidumbre.
Trabajando constantemente en la venta, sabemos cuales pueden ser las varias objeciones que nos presente un cliente.
Esto significa que podemos preparar la respuesta para cada una de ellas y así superar este momento crítico.

En esta situación no sólo se trata de potenciar aún más nuestro poder de convencimiento utilizando argumentos sólidos, consistentes y defendibles pero también se trata de adaptar nuestra actitud frente a un cliente que tiene dudas.
¿De qué manera?
Fortaleciendo el nivel de empatía, adoptando el punto de vista del cliente y sin contradecirlo argumentar y defender nuestros servicios  o productos.

Las objeciones pueden referirse a varios puntos: a los productos y servicios que ofrecemos, a la imagen y reputación de la marca, a las condiciones económicas, a lo que hace la competencia, a lo que dicen los medios….
El cliente además puede tener varias dudas, no sólo una, lo que debemos tratar en estos casos es de identificar cada una de ellas, aislarlas y dar una respuesta singularmente.

¿Cómo identificar si somos víctimas de las objeciones no gestionadas?
Cuando comenzamos a decirnos frecuentemente: “el cliente es difícil”, “los productos no son buenos”, “es que la crisis”, “los precios son altos”, “es que claro la competencia hace así”, …..
Todo esto lo podemos controlar con preparación y práctica.
Hace algunos meses hablé de la metodología Kestio, pues bien este sistema es una de las soluciones que se pueden adoptar para superar este obstáculo pero la parte esencial viene de nosotros mismos…

¡Neutralizar una objeción está en nuestras manos!

¿Estamos seguros que nuestros resultados de venta son los mejores que podamos obtener?

Berenice Narvaez New Retail Experience Podemos vender un poco más

Nuestras respuestas y actitudes dependerán de como esté evolucionando nuestro facturado, es decir si está creciendo, está estable o disminuyendo respecto al año anterior.

Generalmente, comenzamos a pensar en que podemos hacer para vender más cuando estamos en un momento de estabilidad y sobretodo de perdida… Lo ideal sería hacerlo siempre.

En algunos casos, la responsabilidad es del mercado, de la legislación, del mal tiempo, de la competencia, del centro comercial, de los turistas… pero gran parte del resultado depende de nosotros.

Las soluciones a veces pueden ser muy costosas o se necesita mucho tiempo para ver los resultados o simplemente no se encuentran….

Pues bien, me gustaría hablar de esas pequeñas acciones que pueden hacer que facturemos un poquito más, sin necesidad de grandes inversiones económicas, fáciles de aplicar y que nos permiten conseguir resultados rápidamente….

Y además son acciones que se pueden aplicar siempre en cualquier Punto de Venta sin importar el tipo de producto o servicio que se venda.

¡Todo está en le personal que trabaja en contacto con el cliente!!
En como lo llevaremos para que haga un esfuerzo más.

No se trata aquí de hacer más horas gratis o de amenazas para conservar el puesto de trabajo o de decir “vamos tu puedes”….. no no,  se trata de darle instrumentos fáciles de aplicar, de crear sinergía entre las personas que trabajan en el punto de venta y de obtener lo mejor de este equipo.

Ahora me explico un poco más gracias a las siguientes preguntas:

– ¿Podríamos conseguir que UN “visitante” más se convierta en comprador cada día?

– ¿Hemos propuesto un pequeño artículo adicional en dos de las ventas que hemos       realizado durante el día?

– Si el cliente está acompañado ¿porqué no proponer algo también a esta persona?

– ¿Los turnos permiten atender de la mejor manera los flujos de clientes?

– ¿Hay productos que no propongo porque no se de que se trata y no quiero hacer el ridículo con el cliente?

– ¿Alguna vez hemos pensado “estos productos son demasiado caros, yo no los compraría”?

– ¿He contactado proactivamente al cliente que me había pedido un presupuesto hace unos días?

Estos son sólo algunos ejemplos, seguro que hablando con el equipo surgirán más preguntas de este tipo. 🙂

Pues bien aquí tenemos la base de lo que nos permitirá obtener ese pequeño resultado adicional.

Supongamos que estamos en un punto de venta con 3 vendedores, que entran 50 personas al día de las cuales 8 compran algo y que el precio medio de una venta sea de 70$.

El desafío para el equipo será conseguir lo siguiente:

– UN comprador más, de las 50 personas que entran que una más compre algo.
Lo que significaría: 1*70$

– DOS ventas adicionales: que de los 8 compradores 2 se lleven un producto adicional.
Que se podría cuantificar de esta manera: 2*15$

– UNA venta a la persona que acompaña al Cliente.
Lo que podría representar como venta adicional: 1*50$

Total del día: 135$

Total del mes: 135$ * 24 días = 3.240 $

Total del año: 3.240 $ * 12 meses = 38.880 $

Este resultado es imposible de realizar?
Es sólo un ejemplo de la venta adicional que podríamos conseguir.

Si además de esto, introducimos el retail coaching en la tienda para hacer un seguimiento continuo y constante del alcance de los objetivos personales y del grupo entonces conseguiremos mejores resultados todavía.

Es probable que cada persona del grupo sea “buena” en algún aspecto específico: vender un producto difícil, generar un diálogo con los clientes, vender productos de precios altos…. si hacemos que cada uno trasmita su especialidad crearemos una verdadera sinergía de grupo obteniendo vendedores más preparados, con menos miedo de acercarse al cliente y más motivados porque su trabajo será valorado y además les permitirá transmitir su especialidad a los demás compañeros lo que constituye un buen elemento para generar autoestima y diversificar la actividad profesional.

Estos cambios no necesitan inversiones económicas enormes, se trata simplemente de introducir algunos elementos en la manera de gestionar un equipo…

Prueben, yo estoy segura que generará buenos resultados… si tienen alguna duda podemos hablarlo y si quieren compartir una experiencia vinculada a este tema me encantaría! 🙂

 

¡Buena semana a todos!

Muchas veces nos decimos: “Hice una buena venta”…. pero ¿qué significa exactamente hacer una buena venta?

Si nos ponemos a analizar, el significado de “buena venta” puede cambiar en función del contexto en el que nos encontremos.
Por ejemplo:
– vendí el producto más caro que tenemos….
            una buena venta = vender el producto con el precio más alto

– vendí ese producto que estaba expuesto desde hace años….
            una buena venta = deshacerse de un producto viejo

– vendí varios productos gracias a ofertas y descuentos adicionales….
             una buena venta = número de productos que se lleva simultáneamente    
                                               un mismo cliente.

Pero éstas no son las mejores ventas que podamos hacer…. se puede conseguir mucho más si dedicamos parte de nuestro tiempo a conocer nuestro cliente y su mundo.

Una buena venta comienza cuando estamos siguiendo y aplicando nuestra rutina y que estamos listos para recibir al cliente.

Pero cuando estamos con él, comienza otro rito: el de descubrir cuales son sus motivaciones, cual es su estilo de vida, con que personas comparte su vida y sus actividades preferidas, cuales son sus pasatiempos, cuales son su temores, cuales son los criterios en los que basa su decisión de compra….
Toda esta fase se debe realizar basándonos en un estado de empatía y en un sincero interés por nuestro cliente.

Me gustaría compartir una situación real que viví en un punto de venta hace algún tiempo.
Era un día entre semana, por la tarde, seguramente después del horario de la escuela.
Yo estaba casualmente buscando una gafas para mí, más que nada estaba mirando un poco las novedades… y de pronto me llamó la atención una vendedora y su manera de guiar a una madre que entró con sus dos hijos. Lo que ella buscaba era un par de gafas de sol para uno de los niños.

Mientras le proponía las diferentes alternativas – en función de la información que fue obteniendo gracias a varias preguntas – le sugirió que comprara un par también para el hermanito.
La protección de los ojos comienza desde la más pequeña edad” le comentó y con una sonrisa agregó que de esta manera evitaría una probable tirada de puños y de pelos entre ellos.

Y mientras miraban lo que podía ir bien al hermanito, le sugirió los estuches para proteger las gafas de los golpes y los cordones para evitar que las perdieran mientras juegan o que se las olvidaran en la escuela.

Y después le preguntó donde pasarían las próximas vacaciones y la respuesta fue que se quedarían en la ciudad pero que irían al lago porque a ella y a su marido les gusta la pesca… Al que, con mucha naturalidad, la vendedora propuso a la madre unas gafas de sol con cristales polarizados para disminuir la intensidad de los reflejos del sol sobre el agua, esto le permitiría ver mejor los peces.

Y como dentro de poco se festejaría el día del padre, le preguntó si ya tenía pensado que regalarle. La respuesta fue no… y entonces la vendedora propuso nuevamente un producto diferente… unas gafas para papá. Le enseñó la versión masculina del mismo modelo que la madre había escogido para ella…. “así volverán a vivir ese período de novios cuando se compraban la misma camisa, los mismos discos” le decía la vendedora… ¡Qué nivel de sintonía había alcanzado con su cliente! 🙂

Y no se acaba aquí, porque al momento de pagar le dio el embalaje para el regalo de papá, le recordó que por si algún motivo deseaba cambiar la gafas no había ningún problema, le explicó bajo que condiciones se podía realizar el cambio y tomó sus datos para poderla contactar próximamente  ya que dentro de poco se realizaría una jornada de protección visual y quisiera invitarles a hacer un control gratuito.

Y así, había creado una ocasión para que vuelvan a visitar el punto de venta… había sembrado para el futuro… pasando de vendedora  receptora de clientes a vendedora generadora de clientes!

Mientras yo pensaba a esta manera responsable de actuar, a esta figura profesional… una voz me interrumpió…. era ella que me saludaba con una sonrisa y que me preguntaba sobre mi diseñador de modas preferido….

Que diferencia no?!   🙂

Todo esto no es imposible.. es simplemente una buena venta.

 Una buena venta New retail Experience berenice Narvaez

Para las personas que prefieren las imágenes a las palabras…

New Retail ExperienceBuenos días!

Hay veces que quisiéramos aprender o informarnos de manera diferente.

Pues bien, este post está dedicado también a las personas que prefieren las imáges… 🙂

En colaboración con la Cámara de Comercio de Quito he preparado dos notas breves y sintéticas para hablar de algunos tips que nos pueden ayudar a realizar una venta.

Y para aquellas personas que prefieran la parte visual, hemos incluido el enlace del video al final de cada texto… 🙂

Tips 1:   Actitud – Conocer los productos – Generar Contacto – Diálogo
Tips 2:   Proponer – Crear una Relación – No al No

Te invito a enriquecer la lista incluyendo algún consejo que te ha funcionado y que quieras compartir. 🙂

¡Buena New Retail Experience!

Y el vendedor… ¿Cómo se siente?

En un post anterior comenté que ser vendedor es una profesión… y ahora me gustaría analizar la situación desde otro punto de vista: el de la persona que está en la tienda en calidad de vendedor.

La primera cosa que pienso es que para cubrir este rol correctamente se necesitan varias cualidades como: flexibilidad, empatía, amabilidad, paciencia, creatividad…

y además…. prestar atención a los  detalles, poder estar de pie todo el día,  ser propositivos, saber escuchar, saber sonreír , saber trabajar en equipo…

y además…. debe conocer los productos, dominar las técnicas de venta, realizar el facturado establecido, incrementar el valor del ticket medio, responder a las objeciones, hacer ventas adicionales, gestionar los reclamos, conseguir que cada cliente quede satisfecho….

La segunda cosa que pienso es:

¿Cómo va a reaccionar una persona que se ha contratado como vendedora si no tiene ni la más mínima idea de lo que tiene que hacer o que simplemente no tiene las cualidades, las motivaciones y la preparación para realizar este trabajo?

¿Cuáles serán las consecuencias para el punto de venta y para la marca?

¿Cuáles son las obligaciones del propietario del punto de venta o de la cadena?

Aquí incluyo algunos ejemplos que reflejan las experiencias más comunes:

“Es la primera vez que voy a trabajar y no tengo ni idea de que hacer.

¿Me podéis dar algún consejo?

Voy a estar de cara al público y tengo miedo de que no me expliquen bien las cosas y de hacer el ridículo

A ver si alguien me puede decir algo.. si alguien tiene experiencia en trabajar en tienda de ropa…..”

“¿Es difícil trabajar en una tienda de ropa?

No, no lo es.

Hay veces que hay mucha gente comprando o midiéndose ropa, hay veces que no hay tanta gente y solo estas sentada o acomodando ropa.”

“Que falta de respeto que tiene la mitad de los que vienen por la tienda,…
No se dan cuenta que soy una simple dependienta que tiene que dar la cara…
Intento ser simpática con ellos, entenderlos pero a veces no puedo hacer más de lo que hago que es lo único que puedo hacer desde la tienda.
Pero eso da igual, la amenaza de me voy a otra compañía (como si yo con eso perdiera dinero ¡¡ a mi me pagan la misma miseria señores¡¡¡)….”

Leyendo estos comentarios puedo ver personas que tienen miedo, que están decepcionadas, que no están ni motivadas, ni comprometidas y que seguramente no saben que es vender…

La buena noticia es que gran parte de estas situaciones se pueden evitar definiendo un perfil del vendedor, un nivel de formación y de seguimiento (coaching) adaptados a esta figura profesional.

La segunda noticia es que NO se nace vendedores

El personal y su impacto en el PdV Berenice NarvaezSe pueden tener aptitudes favorables para esta profesión pero es indispensable pasar por una fase de aprendizaje, actualizar los conocimientos constantemente y mantener siempre el estado de ánimo necesario para poder ejercer esta actividad.

Tener personas que están viviendo experiencias como  las descritas en los ejemplos no es positivo y además son situaciones que empeoran día a día si no se realiza ningún cambio en la manera de trabajar.

En casos como estos se pierden muchas cosas por el camino que después son muy difíciles de recuperar:

  • Clientes descontentos.

  • La reputación de la tienda: “Ahí te atienden mal”…. “no son gentiles”…

  • Ocasiones de venta.

Y esto obviamente tiene un impacto negativo y exponencial en la rentabilidad y en la imagen del punto de venta.

Pero la más importante de esto es que la responsabilidad de una situación de este tipo no es SOLO del vendedor es también del propietario del punto de venta, del responsable comercial de la cadena, del responsable de Recursos Humanos….. en definitiva de las personas que deben marcar las pautas de trabajo del personal.

Como tales nos debemos constantemente hacer algunas preguntas:
¿Qué tipo de personas buscamos para que trabajen en el punto de venta?
¿Qué instrumentos damos a nuestros vendedores?
¿Cómo medimos su actividad comercial?
¿Escuchamos las dificultades que encuentran en su día a día?
¿Hacemos un seguimiento constante y frecuente de los objetivos?
¿Motivamos a nuestras personas?
¿Qué está haciendo la competencia a nivel de RRHH?
¿Qué experiencia estoy ofreciendo a mis clientes internos?

¿Qué valores estoy transmitiendo? 

 

Para conseguir buenos resultados, para poder permanecer en el mercado, para diferenciarnos de la competencia, para fidelizar al cliente necesitamos vendedores excelentes gracias a aptitudes, formación, coaching y objetivos alcanzables.

¡Las personas que están en contacto día a día con el cliente hacen la diferencia!

 

¡Buenos días!

Berenice Narvaez Rutina en la tienda¡¡¡Buenos días a todos los vendedores!!!

Estar preparados para recibir a los clientes en el punto de venta es una buena manera de comenzar el día…. 🙂
Aquí incluyo algunos tips que podrían formar parte de la rutina de trabajo
Lo primero primero es llegar unos 20 minutos antes de la abertura. Cuando abrimos las puertas del punto de venta, nosotros ya debemos estar listos para acoger al cliente.
Significa que nosotros ya estamos vestidos adecuadamente, que llevamos ya nuestros distintivos para que el cliente nos reconozca, que dejamos nuestros problemas personales fuera de la tienda y que lucimos nuestra mejor sonrisa….
Significa que la caja esta conectada, que las luces y los ordenadores ya están encendidos y que las puertas están abiertas…
Significa que la zona de la caja, las mesas, los mostradores y vestidores están en orden.

A partir de ahí podemos incluir en nuestra rutina varias costumbres.

A nivel de objetivos:

  • ¿Qué facturado está previsto para el día de hoy?
  • Respecto al facturado mensual y al del día anterior ¿cómo estamos? ¿tenemos que recuperar? ¿estamos adelantados respecto al objetivo? Si es así, ¡hoy haremos lo máximo para no perder esta ventaja!

A nivel de clientes:

  • ¿Hay clientes que están esperando respuestas por parte nuestra?
  • ¿Conocemos todas las promociones que estamos ofreciendo en el punto de venta?
  • ¿Ha llegado producto pedido especificamente para un cliente?
  • ¿Hay que avisar a los clientes que ya está listo su pedido?
  • ¿Hay que avisar a algún cliente que hay retrasos?

A nivel de producto:

  • ¿Cuál es el estado del stock?
  • ¿Qué producto nuevo ha llegado?
  • ¿Qué producto hace falta?
  • ¿Los productos estrella, están en cantidad suficiente y expuestos?
  • ¿Hay entregas programadas para el día de hoy?
  • ¿Es necesario hacer un pedido de reposición?
  • ¿El producto está bien expuesto? ¿Limpio?
  • ¿Los precios están bien colocados?
  • ¿Las vitrinas están limpias?

A nivel logístico:

  • ¿En la caja hay monedas y billetes pequeños para poder dar el cambio?
  • ¿Los aparatos están listos para poder funcionar? ¿Están conectados? ¿Los terminales, la caja registradora y la  impresora están con papel?
  • ¿Hay lo necesario en el caso de que el cliente me pida una confección de regalo?
  • ¿Hay suficientes bolsas cerca de la caja?

A nivel del equipo de venta:

  • ¿Nos hemos sintonizado con nuestros compañeros? ¿Cada uno de nosotros conoce sus horarios y misiones?
  • ¿Hay alguno que no podrá venir por un imprevisto?

Pensar a estos detalles nos permitirá ser mucho más eficaces y estar bien preparados para cuando lleguen los clientes y ¿qué pasa si mientras seguimos nuestra rutina entra una persona en la tienda?…
¡Suspendemos cualquier cosa! La prioridad la damos al cliente que entra.
Vamos hacia él, le acogemos, le hacemos sentir que es bienvenido, descubrimos sus necesidades y le sorprendemos!

¿Verdad que si fuéramos el cliente nos gustaría que nos recibieran de esta manera? 🙂

¿Verdad que poniendo en práctica estas acciones hemos tenido un buen día? 🙂